PLUTÓN Y UN AÑO 2015 BISAGRA PARA ARGENTINA

Plutón de Argentina. planeta que está activando junto a Urano las energías de la Carta de nuestro país, viene de Piscis en Casa VI, siendo UNA de sus traducciones literales la de los "servicios secretos" y en general todas aquellas que integren en una misma frase las palabras subterráneo, infierno, tortura, escondite, mar, alcohol, drogas, locura, estafa, profundidad, ahogo, encierro, prisión, enemigo, oculto, cárcel, hospital, desaparición, sacrificios, víctimas,etc. Por ello, este Plutón nacional actúa por disolución y desaparición,sabotaje, espionaje, las vías del mar, las profundidades, el engaño, la manipulación emocional, la moda, la fábrica de ilusiones, películas, videos y en general, todo lo que atañe a deformar las vías mentales a través de la casa VI que es la de los sindicatos, los trabajadores, los servicios, la salud - la enfermedad, la siembra, los campos, los productores de semillas y en general todo lo que implique el trabajo diario y pormenorizado para mantener el orden y la salubridad del país.

Cuando Plutón toca a algún planeta por tránsito, suelen llevarse al paroxismo las emociones, causa principal de la ceguera que nos lleva a evitar hundir la cabeza debajo del agua para saber que sucede, - a no ser que se nos obligue por tortura-; mientras que por otra parte, aceptamos resignadamente y bajo un sentimiento de victimización, la elección de un chivo expiatorio, -típico de Piscis y su regente, Neptuno-, que más tarde resultará no ser más que otra víctima que se inmola para permitirnos creer mientras dure el infierno, en la fantasía de la "purificación" necesaria que eliminará al "enemigo".



En los años 70, el momento en que por tensión este planeta aspectó al Sol y a la Luna de la Carta Natal de Argentina, había un país dividido en dos polos antagónicos: unos gobernantes (Sol/Plutón) dispuestos a aniquilar a la guerrilla, y una guerrilla (Luna/Plutón) dispuesta a hacerse con el dominio del poder. Sin embargo, como siempre sucede en toda visión bi-dimensional y polarizada a ultranza, la mitad del país estaba ciega de la otra mitad y si hay algo que Plutón sabe hacer es INVISIBILIZARSE cuando tiene que ejercer de destructor. En la superficie de aquellos tiempos, todo parecía al menos para la gran mayoría, inquietantemente "normal", pero en secreto circulaban informaciones que se contraponían, generando dudas y confusión respecto de cuan segura estaba la población, a la vez que se mantenía viva la bronca contra el gobierno golpeado, elegido por otra parte mayoritarimante y en democracia . Para eludir el temor y el terror, se popularizó por entonces la famosa frase "algo habrán hecho", y ésta resonaba como un mantra cada vez que en el barrio o entre los conocidos, desaparecía una persona que jamás volveríamos a ver. Parecía que era conveniente sostener un estado que iba desde la absoluta negación, -cuyo pico más alto fué la euforia del mundial 78 en donde nos ofendíamos de las versiones que circulaban en países extranjeros respecto a la situación de los "desaparecidos" en nuestro país-, a la profunda ignorancia basada únicamente en la furia que se proyectó sobre la presidenta Estela Martínez de Perón y unos cuantos que si bien podían ser buenos para no mucho, no fueron peor que lo que vino despúes. Como siempre, alguien lleva agua para un molino que no es el nuestro y que cuesta vidas, economía y somete al país a una serie de repeticiones dirigidas a mantenerlo por debajo de sus posibilidades y soberanía.

Para que "no decaiga" el ánimo ni se vean las hilachas de la debilidad de aquellos gobernantes de facto, -entre los cuales el vicio del alcohol neptuniano no estuvo ajeno-, se programó una guerra frente a la cual el fervor nacional fué nuevamente disparado hacia la plaza de Mayo. Esa fué otra de las maniobras distractivas que utilizó el Plutón que hoy vuelve a tocar a ambas Luminarias: al Sol y la Luna de la Carta Natal de Argentina.

Frente a los hechos descritos y vividos en la década de los 70, observamos consternados unos y totalmente disociados otros, resurgir hoy algo que se puede denominar "el retorno de lo reprimido". El ayer histórico muestra en el hoy un paralelismo asombroso al menos con respecto unos ejes que parecen no haberse movido: la desestabilización del gobierno, el enardecimiento popular y una gran grieta que suele dar a "los poderes invisibles" nuevamente el provecho de hipotecar una vez más nuestras vidas y futuro, haciendo uso discrecional del descontento y el clamor de una justicia retorcida que hoy como ayer, solo es aplicable a la gente con mucho dinero y poder.
Parece que no hemos aprendido mucho, y sobre todo, no hemos sido ni somos conscientes del poder que tenemos en nuestras manos, tanto por la riqueza natural como por la ubicación estratégica en cuanto a geopolítica concierne. Nos puede gustar o disgustar el propio gobierno, pero si pensáramos por dos segundos todo lo que se perdió por irnos a los extremos siempre, -hasta el de llegar a generar extremistas de un lado y del otro, por parte del Estado y por parte de su soberano Pueblo-, y por abrir las puertas a directores de orquesta extraños, foráneos y extranjeros que han loteado ya nuestro territorio y vienen por más, quizá aprendamos que es necesario ser mucho más conscientes de nuestras sombras y ejercer mecanismos constitucionales para bajar o subir gente nosotros, -no los otros-.

Por último, TODO LO QUE SE REPITE ES POR ESTAR MAL RESUELTO, y el costo de la repetición es siempre altísimo: en vidas, en paz, en tranquilidad, prosperidad y autonomía, y a la larga, al mirar atrás, nos veremos como vemos ahora los festejos de aquel mundial y la algarabía frente a las pantallas que transmitían la guerra de Malvinas. Si Ud. se acuerda, abra un poco más los ojos y no deje que manipuladores profesionales le guíen para su molino: acá la cosa no va con armas, pero la guerra es psicológic, y "si entre ellos pelean..." ya saben,  nos devoran los de afuera.
No es un verso.