CONMEMORANDO HOY AL SOL Y PLUTÓN - por Gabriela Borraccetti

Hoy en el cielo el Sol forma un trígono con Plutón, y podría escribir cosas que conteniendo las palabras "muerte" y "renacimiento", describirían a la perfección sus efectos más inmediatos. La cuestión es como se muere y como se renace de la mano de Plutón. Después de todo, quien es este planeta tan lejano que apenas podemos ver?. Que representa?.
Representa todo nuestro dolor, todo nuestro odio, todo aquello que hemos evitado mostrar para poder ser aceptados. Es nuestro monstruo manipulador, venenoso, vengativo, conflictivo. Nuestro almacén de desdén, de tripas retorcidas y de compulsiones que no dejan de repetirse en la vida disfrazadas de situaciones en las que nos vemos arrastrados por algo invisible que sin embargo tiene la potencia de un volcán en erupción, o de la saña incontenible que nos pone paranoicos haciéndonos sentir que debajo de las alfombras, de nuestra cama, detrás de una puerta, o escondido en algún lugar, algo o alguien nos observa y acecha dispuesto a atacar. Sin encontrar explicación, se nos hace constante compañía un gran temor junto a una gran ira, y oficiemos del temeroso o del asesino, algo en nuestro interior es a la vez ambas cosas: tirano y vengador, verdugo y decapitado.
Nada más difícil que enfrentarnos a aquello que está enojado y dispuesto a destrozar nuestra cáscara, hasta llevarnos a un punto en donde la situación se convierte en cuestión de vida o muerte, en locura, en la pérdida de todos nuestros supuestos poderes. No hay palabra que nos calme, no hay consuelo, no hay nada que pueda tocarse o señalarse como causa porque no hay solo una, y todas ellas están encerradas en el fuego del infierno interno, haciéndose presente con los estigmas que más hemos temido y amenazando con torturarnos hasta secarnos en el quemante caldero de su energía.  A Plutón le importa un bledo la justicia, puesto que para él lo único justo es que seamos lo mismo del derecho que del revés, solo que solemos gritar que ya somos lo bastante sinceros como para tener que pagar semejante precio. Estamos tan ciegos, y tan cerca tenemos las respuestas!. Solo que están escondidas en el inconsciente. No obstante el temor a perder algo, nos devasta. No sabemos si seguir adelante o morir en el intento, y nos suele pasar como en el mito, en el que salimos como Heracles a enfrentar a la Hydra queriéndole cortar la cabeza, creciéndole cuatro más por cada corte que efectuamos. Pobres de nosotros, cuanto dolor nos causamos cuando intentamos ser sabiondos atacantes frente a ese monstruo con tanta capacidad de escabullirse y agrandarse!.  A Plutón se lo trata como se trata al inconsciente, de modo indirecto. La única forma de que algo salga a la luz, es tentarlo a ello, no encendiendo una linterna en su cara. NO es gritarle "te conozcoooo!!!!!!!!!", porque eso lo hace más fuerte. Es ocupar un lugar mucho más inteligente en donde la inteligencia se mide por no dar nada por sabido. Que paradoja, no?. Uno no sabe cuanto sabe cuando dice no saber. Pero cuando afirmamos saber algo, es porque no tenemos la más mínima idea aunque no lo sepamos. Plutón es una paradoja  en donde para ganar hay que perder, y lo que se pierde vale la pena porque es lo que nos permite tener una vida bajo los rayos cálidos del Sol, antes que una eterna muerte en vida metidos en un calvario de mentiras que siempre estarán ponsoñozas con sus amenazas en pié.
Plutón pasa por el signo de Capricornio, indica entre otras cosas que quien más ciegamente envidiosos, paranoicos y llenos de odio pueden estar, son quienes detentan algún tipo de poder terrenal, de ambición, de "conexiones" o bienes mundanos, de prestigio, seriedad, posición, trabajo, respeto o rol social a punto de perderse. Quienes hayan basado sus vidas en ello, serán sus primeras víctimas. Podrán oficiar de de perseguidores o perseguidos, pero por lo general, se resistirán a separarse de lo "seguro" y "conocido", lo cual, lamento avisarles, es una misión imposible. Será un tiempo terrible en donde las amenazas veladas y no tanto, - (Plutón participa de una Gran Cruz con planetas más visibles y abiertamente agresivos)-,  pulularán por todas partes y saldrán de debajo de las baldosas, pero el proceso está en marcha, no se detiene, y menos si no se intenta ser consciente de que los más grandes monstruos están en el interior.
No resistir, dejar brillar al Sol, tener un centro de consciencia es lo único que nos quedará después que termine este día. Y amanezca otro con radiante y dorado esplendor en donde ya no habrá que esconderse de quienes somos. Si hoy has sacado algo positiv, si dejaste ir algo que ya no te servía, si la desesperación no te venció, puede que seas tú quien salga renacido y agradecido de haber muerto a lo que ya no te servía. -Por Gabriela Borraccetti-

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020