QUE RECLAMÓ ESTE FIN DE AÑO CADA SIGNO A DIOS

Aries le reclamó que en el mundo no hubiese el suficiente movimiento y emoción como para crear nuevas oportunidades que nos dejen ver que cada día es nuevo y no una repetición del anterior.

Tauro le reclamó que los tránsitos de Saturno son demasiado lentos y que todavía está esperando que el viejo maldito se vaya para ver si le crece la billetera, deja de verse impedido para todo y empieza a sentir que la vida fluye en vez de frenarse.

Géminis le reclamó unas brújulas porque anda medio perdido, sobre todo intentando salir de ese sube y baja emocional que Neptuno le trajo a los del primer decanato del Signo. Otros geminianos pidieron trajes de buzo, patas de rana, un hermano nuevo porque se pelearon con el que tenían y un vecindario a estrenar con gente inteligente.

Cáncer le reclamó a llanto pelado que le quite a Plutón y a Urano de encima. Que ya está harto de que todo parezca un infierno con cortocircuito y que es capaz de regalar todas sus perlas con tal de que lo dejen tranquilo y en paz a su hogar. Parece que Dios le respondió que sí, que accedería pero que entregase ya sus perlas... y el cangrejo desapareció de pronto (Urano) como si se lo hubiese tragado la tierra (Plutón).

Leo agradeció haber aprendido lo que es un corazón sólido, no se quejó porque para quejas están los plebeyos y hasta descorchó un champagne de la mejor marca para brindar con Dios. No obstante, siendo él regido por el Sol y soberano del sistema Solar, pidió cierta indulgencia  para el final de los tránsitos saturninos prometiendo ser digno de merecerla.

Virgo agachó la cabeza y alzó un dedo: el dedo acusador que tanto le gusta esgrimir cuando empieza a criticar y a decir a donde va cada cosa y cuantas están fuera de lugar. Le reclamó a Dios con humildad pero no olvidó ni un solo detalle de todos los errores que según él, contabilizó desde el fin del año pasado hasta la fecha y que seguirá contabilizando para entregar el 31 de diciembre de 2014 en un petitorio de mejoras para la salud mental de los "volados" imperfectos que viven en este mundo.

Libra se sentó en el medio de la balanza y sacó todas sus pesas y platillos para hacerla funcionar, los lustró y después, en un ataque repentino, dijo: hoy no trabajo. Se va todo al demonio. Querían que me decida?. Bueno, me decidí: la razón la tiene siempre el otro. No me pregunten más porque no quiero más kilombo. Cada vez que defiendo a uno el otro me reclama y quedo en medio de todas las trifulcas. Dios!!!!!!!!!, a donde te vas cada vez que te necesito?. Urano y Plutón se miraron cómplices y siguieron enviando sus energías al sector de la paz.

Escorpio asomó la cabeza desde su bunker muy despacio y observando con cuidado que no hubiese nadie alrededor. Lo que tenía que hacer en ese momento no era un acto que pudiera observar la humanidad y como aún Saturno reingresará en su Signo, se cuidó de no propasarse con el tono para no irse a los extremos del silencio o el estruendo. No obstante no se privó de mandar a Dios al demonio. Por qué?. Vaya a saber. Sus motivos son ultrasecretos.

Sagitario en medio de una lluvia de petardos y fuegos artificiales anunciaba su encuentro con Saturno. Todo el Zodíaco lo miraba despavorido no entendiendo de que se alegraba el Arquero, ya que la entrada de este planeta en su sector le frustraría unos cuantos objetivos y descabezaría unas cuantas flechas. Sin embargo, no se daba por vencido y gritaba "Aleluya!!!". Dicen que todavía sigue con sus alabanzas a Dios, aunque tuviera la evidencia de su primer flecha rota.

Capricornio se vistió de negro, frunció el ceño y le dijo a Dios que no tenía nada de que quejarse. Después de todo la vida es sacrificio y si estamos acá es solo para hacer todo lo que podamos y trabajar lo máximo que se nos permita en pro de la sociedad. Hizo una cruz con un madero y la cargó en su espalda, sin una lágrima.

Acuario se quejó por haberse visto en los últimos dos años con grandes problemas para mirar al futuro. Dijo que estaba bastante cansado de llevar una roca colgada de sus pantorillas y que cri, cri, cri..., de golpe un silencio ensordecedor que dejó a todos queriendo escuchar algo más del Aguador y su queja. Acostumbrados todos a las locuras de este amigo tan exótico, el resto del Zodíaco se retiró a sus aposentos aguardando a que se le antoje terminar lo que había empezado en algún momento. No saben cuando, pero seguro que lo hará.

Piscis se fué a la orilla del mar para tener más intimidad con Dios. Encendió unos sahumerios y repitió mantras. Leyo unas páginas en sánscrito, en arameo, en hebreo, en árabe y le dedicó una salmodia a cada dios porque en el fondo todos son uno. Dijo que este mundo no era para él pero que a duras penas seguiría. Eso sí, no olvidó su queja y pidió o unos hongos, unas nuevas técnicas de meditación, música y unas películas para poder pasar de un año a otro sin que se note.

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