La Luna Nueva, conjunta al Sol, avanza hacia Neptuno. Es momento de disolver las razones en las emociones. El sentimiento oceánico se hace presente y somos capaces de sentir lo que otros sienten, captándolo en olas de vacío, insatisfacción, pérdida, ilusiones, fantasías y soportando resignadamente el no poder alcanzar nuestros ideales. No hay que olvidar que Saturno emite una cuadratura avisándonos que por más que soñemos con un mundo ideal, la realidad y la justicia están lejos de los paraísos que siempre están perdidos.
Por el momento, y mientras estemos bajo la influencia del Dios de mar y de "Hécate", la Luna hechicera que reina en el Novilunio, se mantendrán en secreto las motivaciones que nos mueven y empujan, y quizá haya que esperar bastante tiempo para no caer en espejismos. Hasta que el Sol no atraviese la conjunción con Neptuno, estaremos abiertos al engaño y a la confusión.
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