LA LUNA, EL SOL Y NEPTUNO

El Sol conjunto a Neptuno se cuelga en las nebulosas aguas del mundo onírico. Para esta dupla no hay nada más real que la irrealidad en tanto que para la Luna en Géminis, afecta a las razones, lo que el otro siente no tiene ni ton ni son. Así se despliega el cuarto creciente trayendo algunas diferencias bastante irreconciliables entre la sensibilidad y la manía de razonar.
Las cuestiones hogareñas se complican y mientras los hijos quieren mirar películas y jugar a la play, mamá reniega y pide que apaguen el aparato y se pongan a leer un cuento. Mientras el marido se pierde en frente al televisor, la mujer necesita dialogar detestando el mutismo o la sordera a la que se ve expuesta. En fin, hasta que no pase al próximo Signo, estaremos dando vueltas alrededor de temas que parecen sin solución o por lo menos, podrían ser motivo de desilusiones y desgaste.
Tendencia a renunciar a lo que es propio.

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