LA LUNA NUEVA EN GRADO DE PÉRDIDA.

Como sabemos, cada Signo posee 30 grados a través de los cuales los planetas transitan hasta completar la circunferencia conformada por los 12 arquetipos zodiacales. Cuando un planeta llega al final de un Signo, se dice que está en grado de pérdida, queriendo significar que la forma en la que se vinieron desarrollando y obteniendo determinadas experiencias, debe cambiar. Como nos sucede a nosotros, cada vez que estamos por entrar en una nueva fase de la vida o enfrentar algo totalmente nuevo que nos obligue a salir de un terreno  conocido y familiar, sentimos que estamos por dar un salto al vacío perdiendo los parámetros que nos daban seguridad, tranquilidad y cierto automatismo en las rutinas.  El cambio, lo nuevo, siempre se siente como un punto crítico que debe afrontar primero una "pérdida" de las anteriores costumbres, llevando a poner en práctica y a toda prisa una cantidad de nuevas maniobras que desconocemos o a las que no estábamos acostumbrados. Eso es lo que trae esta Luna Nueva que cae sobre el grado 29°59´20´´ de Acuario.
Hay que subrayar que si bien estamos acostumbrados a leer cosas fabulosas de las lunaciones, -incluidos los eclipses-,  no es en Astrología un buen momento energético para ser muy conscientes ni obtener claridad sobre nuestros actos, pensamientos, sentimientos y decisiones. Cualquiera que haya estado en el campo o en un parque o en un lugar desconocido una noche de Luna Nueva, no hubiese podido distinguir si quiera los contornos de las sombras que por falta de luz se hacen borrosos e irreconocibles. La confusión reina y el miedo no es zonzo.  Todo en la oscuridad de esa Luna parece amenazante y en síntesis, podría decirse que gracias a la total falta de luz, "todos los gatos son pardos" o "todas las sombras son monstruos". De este modo, cada uno puede proyectar en su entorno el temor que más acentúe sus más nebulosos miedos inconscientes, y en Acuario, el temor que más se deja sentir es a las amenazas a las que se ve sometida una comunidad  o una persona que vive en ella. Podría decirse que cada Signo tiene un fantasma y el favorito de Acuario podría ser la locura, el doble discurso, lo que nos esquizofreniza y en general causa conductas erráticas y espasmódicas, sumamente amenazantes para la búsqueda de seguridad. Por ende, es un tiempo que marca el fin de una etapa y el comienzo de otra en donde los polos que parecían opuestos y que nos brindaban una especie de claridad respecto de "división" de poderes/sectores/roles", demarcando visiblemente un "quien es quien", deja de ser efectivo. El arquetipo solar de la consciencia, lo masculino, el padre y lo activo por un lado, se funde con el arquetipo materno, inconsciente, pasivo y yin por el otro,  llevándonos a buscar respuesta emocional y contención uterina al mismo tiempo que intentamos obtener claridad y poder de decisión. Lamentablemente si nos escondemos en un útero, o si nos perdemos en una noche oscura, es muy difícil hallar luz y menos cuanto lo que nos espera, es desembarcar de golpe en un terreno que desconocemos. Cuaquiera que esté habituado a levantarse de la cama sin encender la luz,  puede darse el pié contra la pata de la cama aún cuando sabemos que está ahí, pero siendo una Luna en Acuario y en grado de pérdida, deberá tomar una desición a ciegas a riesgo de tropezar con algo desconocido.
La Luna nueva tiene un alto grado de inocencia. Se mete en un terreno que desconoce y sin ninguna experiencia previa aún en medio de la oscuridad. Si a esto le agregamos el cambio de las circunstancias de forma repentina, -tal como lo anuncia el grado 29 de Acuario-, puede ser que concurramos a una reunión y ésta no resulte como la esperábamos, puede que nos encontremos con un amigo que termina no siendo tan amigo o que formemos un grupo con un propósito que termine funcionando para otro. En todo caso hay que tener en cuenta que muchos de los acontecimientos que se den en ese instante, tendrán una escasa claridad y un gran porcentaje de oscuridad cuyo significado podrá ir asomando a medida que las Luminarias se vayan separando. Además, hay que notar que Saturno, el dios del tiempo, las limitaciones y el Karma estará enviando a esta lunación un aspecto tenso, siendo un momento que incrementará la sensación de restricción a la vez que Neptuno, cercano también a este momento, agregará una dosis de fantasía que puede exacerbar la ya de por sí confusa vibración del momento.
La Luna Nueva se produce el 18 de febrero a as 20:48 hora de Argentina, 23:48 hora de Greenwich.