UN TRÍGONO DE FUEGO ALGO PELIGROSO

Hay un gran trígono de fuego en el cielo cuyas energías intentan armonizar aspectos muy distintos de la personalidad.
Venus, que nos impulsa al amor y a la mesura, está emplazada en Aries que es un Signo en el que no trabaja cómodamente dado que pierde su natural trato cordial con el que demuestra sus preferencias y buenos modales. Mientras transita el Signo del Carnero, adopta una actitud bastante más beligerante en donde un grito podría ser equivalente a un beso, pero no todo el mundo lo comprenderá de este modo ya que el egoísmo natural ariano no compatibiliza bien al tener que tomar en cuenta los intereses de los demás. A su lado Urano, -que está recibiendo a Marte-, puede llegar a tener un arranque repentino de violencia, motivo por el cual se podrían presentar agresiones, golpes, una bala o un accidente que transforme una relación en drama. Salirse de las convenciones puede ser algo que resulte muy bien o muy mal en materia de relaciones o sexualidad, pero todo dependerá de las propias energías natales.
Por otra parte Saturno desde Sagitario agrega a la configuración cierto control, aunque éste podría llegar con posterioridad al momento en que mayor frialdad y objetividad se necesita.
Finalmente Júpiter desde Leo colabora evitando que suceda lo peor o liberándonos de cualquier forma, -incluso de algunas que quizá no nos parezcan las mejores-, de la descarga de semejantes turbulencias, aportando también cierta prevsión.
Si bien los rápidos reflejos que la Luna aportará en cuanto se oponga a la triple conjunción Marte/Venus/Urano/Plutón serán necesarios para salir airoso, también es factible que no pueda contener de modo adecuado el embate.
En síntesis, es un momento celeste que genera un gran caudal de vibraciones de fuego aportando optimismo y una sensación de poder llevarnos todo por delante. El problema es que tambnién piensa lo mismo quien tenemos enfrente, y el choque algunas veces no tiene ganadores.

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