La Luna ingresa a Libra y propende a enfocarnos en todo aquello que hace a la dependencia del otro como pareja, como socio o como relación entre pares. Es un momento en el que buscamos instintivamente el sentirnos acompañados y es por eso que nos adaptamos bastante más a responder con buenos modales y educación, cosa de minimizar las diferencias y maximizar la comunión entre las personas. Se hará más evidente el disgusto por las situaciones de confrontación, evitando cuidadosamente que las variables se salgan de los esquemas del buen gusto y las buenas costumbres ya que esta Luna encuentra su equilibrio emocional en la cordialidad, las mutua reverencias y los ambientes en donde reina el equilibrio y no la verticalidad, las líneas jerárquicas o los modos agresivos. Ante el desacuerdo preferirá calar o tender un manto de piedad, aunque es mucho más seguro que se retire de la escena sin querer jugarse por ua u otra posición si se trata de una disputa.
Por dos días y horas todo tenderá a tener su reflejo en el espejo puesto que esperaremos aunque sea de modo sutil que la necesidad de ser justos y equitativos se vea contestada con reacciones del mismo tenor.
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