La Luna ingresó al Signo de Sagitario y lo hizo tropezando con la "piedra" de Saturno. En este momento toda la jovialidad se desvanece y se produce algo así como una exigencia de seriedad y un ajuste a la realidad que no permiten soslayar responsabilidades. No podemos estar pensando en mañana ni en los beneficios de la vida sin antes observar estrictos "mandamientos". Antes de poder disfrutar de las mieles de la libertad de hablar, pensar, viajar, divertir, estudiar y diagramar el futuro "en positivo", hay que cumplir algún trámite, observar alguna ley, escuchar la voz de la autoridad o responder a "faltas" o dar pasos que hemos pasado por alto. En estos momentos podemos entrar en contacto con una persona lejana, un pariente político, un@ herman@, prim@s, un comerciante o alguien con quien hemos tenido o tenemos negocios, asuntos o trámites pendientes, cosa de ceñirnos a una promesa de cumplimiento antes de poder seguir avanzando.
El mensaje de este contracto planetario es que no se puede hacer una fogata sin haber aprendido primero a cortar los leños. Si existe un obstáculo en cualquier tipo de avance, significa que allí hay algo que aprender. Paciencia y buena disposición para abrazar el deber pueden hacer mucho por ayudarnos a crecer.
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