La Luna ingresó al Signo de Tauro: se esfuman los humos de Aries y aparece la solidez de la tierra del Toro que no deja que nuestras naves emocionales se bamboleen detrás de la primer necesidad que aparezca. A partir de hoy, y por dos días y unas horas, sentiremos una mayor estabilidad anímica gracias a que nos fijaremos en lo positivo o negativo de nuestra naturaleza emocional. Obviamente, será mucho mejor si nos encontramos en un estado pacífico y calmo a que si transitamos un momento de hondo pesimismo.
Esta energía es favorable para recurrir a la paciencia y descansar en la estabilidad, pero no espere ni cambios ni iniciativas.
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