LA LUNA Y UN TRÍO PLANETARIO QUE SIGUE DANDO QUE CALLAR

La Luna acentúa por estas horas (por suerte pocas), una tensión que anida entre la necesidad de sentirnos cobijados, -cosa que no será fácil lograr-, sobre todo cuando no sentimos que se nos escucha (Mercurio retrógrado) ni se nos quiere (Saturno). El extremo de sensibilidad, subjetividad e inmersión en el mundo de lo inconsciente, hace que interpretemos la vida desde una perspectiva de "víctima" o de "salvador", perdiendo de vista que que también nosotros escuchamos lo que podemos, comprendemos lo que queremos y expresamos lo que menos nos compromete poniendo una barrera que hace imposible o al menos muy difícil el intercambio.  Un sentimiento exacerbado de abandono puede aguar nuestro ánimo por unas horas en las que será difícil llegar a "buen puerto" con los demás.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020