Se le frunce un poco el ceño, se preocupa por si tiene bien hecha la agenda y si organizó con suficiente antelación las tareas del hogar. Así trasluce la Luna en Capricornio sus manías por del deber y pueden ser dos días y horas en las que el tema principal sean el merecimiento, el cumplimiento, las reglas, la responsabilidad y la puntualidad. Estando ubicada en este signo por un período algo mayor de 48 horas, estaremos en general mucho más circunspectos. En Capricornio y bajo la regencia de Saturno, -quien con su escasa simpatía por las niñerías, coartará la expresión de todo lo que considere infantil, innecesario o considerado como factor de "perturbación"-, la luna estará mucho más atenta al reloj y a las cosas que "deben" hacerse que a la espontánea demostración de afecto que para ella es indicio de dependencia e inmadurez. Si quieres algo, no llores: trabaja o no lo merecerás nunca.
Como nunca nada será lo suficientemente bueno como para decir "objetivo cumplido", tenderemos a trabajar mucho y a descansar poco, a vivir en un clima emocional un poco escueto, seco e incluso frío internamente aunque el termómetro marque calor.
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