TANTA PROMESA PARA TAN POCO: VENUS, JÚPITER Y SATURNO

Desde hace un tiempo en el cielo se encuentran Venus y Júpiter entrelazando sus benéficas energías pero nos encontramos con que esto, -que en otro momento hubiese sido una fuente de puro bienestar, prosperidad material, amorosa e incluso de resolución de conflictos por vía amorosa o jurídica-, se ha tranformado en una fuente de displacer y bloqueos gracias a la presencia de Saturno.  La reticencia de este último puede impedir la realización de nuestros deseos gracias a los celos, la posesividad, el rencor, la envidia, las cuestiones impositivas y las duras leyes de mercado. Por debajo de lo material, se desliza una cantidad de recelos acumulados mal resueltos con los que nos tenemos que enfrentar dentro o fuera de nosotros en forma de "mala suerte". Es un tiempo en el que podemos tender a ver todo negro, a bajar los brazos o a creer que la vida se ensaña impidiendo que podamos disfrutar plenamente de las cosas buenas de este mundo; no obstante, es la oportunidad para aprender la difícil lección de moderar nuestro ego,  -que pretende ser tratado como "Su Majestad" o el/la "Hij@ pródig2@"-, y comprender que sin nuestro esfuerzo, no hay recompensas ni regalos que caigan del cielo tan solo por ser bonitos. Las recompensas serán lentas si trabajamos lo suficiente para no creernos ni reyes ni mendigos, ambos extremos a los que el ego se ciñe según se sienta apaleado o engrandecido. Si se logra este equilibrio, el sabor de lo obtenido con esfuerzo tiene el sabor de lo merecido.
CONTINUARÁ...

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