Con la Luna transitando el Signo de Cáncer, tendemos a subjetivizarlo casi todo y ese todo nos lleva algunas veces a razonar eliminando la razón y poniendo en primer plano el estado anímico. Si podemos abstraernos de ello gracias a que otras posiciones de nuestra Carta Natal nos brindan elementos más "racionales" como el aire o tenemos ocupadas las casas aéreas, posiblemente tengamos una profundidad mucho mayor no solo para comprender sino para utilizar los radares psíquicos que van profundo y sin palabras.
En general, nos tira la "cucha", la "cucharita", el "acurrucamiento" y las tazas de caldo caliente. Si estás en el hemisferio del calor, la orilla del mar es lo mejor: allí donde haya agua cristalina y ambientes emocionalmente limpios, se puede limpiar también de toxinas el sistema emocional.
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