La Luna recorre por estas horas el Signo de de la Madre Arquetípica, añadiendo a todos en general un tinte nostálgico, ese con el que todos soñamos cuando quisiéramos que nos llenaran de mimos, protección y cuidado. No obstante, en su recorrido, el encuentro con Plutón puede sacarnos de esa ilusión. A través de algún tipo de intercambio la manipulación o los juegos de poder se pueden hacer presentes o incluso llevarnos alguna desilusión gracias al encuentro con momentos que pueden implicar fines inexorables. Mientras que el intercambio con Neptuno aporta un sueño soporífero al que podemos aferrarnos a la familia Ingalls, Plutón nos despierta con crudeza al mostrarnos una realidad bastante más tenebrosa, esa que se esconde debajo de todo paraíso terrenal.
Digamos que en lo emocional, -si uno tiene planetas en Cáncer o el Ascendente-, podremos pasar por alguna experiencia que nos deje pensando en los mitos familiares, y a nivel general, podremos experimentar una mayor susceptibilidad dada la inclinación de esta luna a entromparse cuando se siente desprotegida. Por supuesto Júpiter envía algún que otro eco vibracional para amortiguar reacciones y subir el ánimo, pero en general es un día para una montaña rusa de sentimientos en el que lo placentero y lo displacentero suma contrastes anímicos que no siempre podemos registrar.
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