MARTE, JÚPITER, PLUTÓN: MATAR, MORIR, RENACER PARA CRECER

Con  Marte en Escorpiom Júpiter en Virgo y Plutón en Capricornio, la mente nos lleva a bucear en las profundidades. Un guerrero que busca la verdad en la oscuridad, puede salir airoso si está dispuesto a quitarse las cáscaras de una armadura que ya no le sirve.

Los primeros dos, poseen energías que pueden calificarse nítida y visiblemente de "masculinas" en el sentido de la actividad o principio yang, mientras que Plutón, en forma "invisible", se ocupa de energía más bien femenina pero de un modo bastante yang, sacudiéndola para desterrar de su interior todo aquello que no sirve para la evolución de su alma.

Por tratarse del elemento Tierra/Agua, esta combinación energética da para sacar adelante cualquier esfuerzo relacionado con la esfera de lo emocional, la salud y lo laboral, como también así de la salud, la profesión, el dinero, o todo aquello que precise una concreción a nivel manifiesto.

Palabras tales como: acción específica, demolición y construcción , estructuras, cuentas, autosuperación, frutos, etc., estarán allí para poder hacer alcanzados si profundizamos en nuestra lucha de cruzados y nos abrimos a lo nuevo.

En estos días se cuenta con el poder suficiente para lograr ser preciso y efectivo, si es que se quiere sacar el máximo provecho de las situaciones. El actuar en forma imprudente y creyendo ciegamente en la "buena suerte", puede terminar boicoteando una situación que de otro modo hubiera sido exitosa, o convirtiendo en violencia la energía que podría haberse aprovechado para acciones que sean beneficiosas para más de una persona pero por sobre todo para el colectivo.

También puede significar luchas judiciales por el poder o todo lo que conjugue los verbos derribar, enfrentar, matar, morir, crecer, expandir, ganar, competir, forzar, violar, reconstruir, destruir, manipular y chantajear... entre otras.

En lo individual, es el momento de no cejar en los esfuerzos para conseguir algo que anhelamos y por lo cual hemos trabajado mucho. Eso sí, no debe servir solo para beneficio personal sino social o global.