LUNA LLENA DE NAVIDAD: EMOCIONES Y DEBERES
Entre ambos signos, existen puntos comunes como la cuestión de la tradición, pero básicamente se puede plantear difíciles elecciones dado que uno decide en base a lo que se debe y el otro en base a lo que siente más cercano afectivamente.
Entonces:
El deber vs. el agrado
La obligación Vs. el sentimiento
El padre Vs. la madre.
Tu familia Vs. la mía.
Él versus ella.
Lo que necesitamos demostrar al mundo y lo que escondemos de la vista de los demás.
Lo que sentimos como una carga vs. lo que necesitamos para sentirnos bien.
Lo que se impone como regla, lo que hacemos porque es herencia.
La familia vs. el hogar (que no son lo mismo)
En fin, nada que no suela presentarse por estas fechas, solo que remarcado de un modo que puede llevarnos a decidir por uno de los dos extremos teniendo que dejar de lado al otro.
Estando la Luna en regencia, -es decir en su casa, en el Signo que la muestra más puramente como el símbolo de la madre, el hogar, la familia y todo lo que se une en base a la sangre y los sentimientos-, se verá inclinar la balanza al menos interiormente, a favor de aquellos con los que nos sentimos como en casa. No obstante, estaremos muy dubitativos e indecisos respecto de que elección tomar: si cumplir con una tradición o hacer lo que nos venga en absoluta gana.
En medio de ese conflicto interno, no será nada extraño que alguien nos rete o ponga alguna objeción si hemos decidido lo contrario a lo que se esperaba de nosotros o que nos enojemos con alguien que no desea pasarla con nosotros.
Este aspecto se parece a algo así como si fuéramos hijos y nuestros padres estuvieran separados: tendríamos que elegir entre dos formas de ser y de estar, entre aquel que nos quiere si somos cumplidores y "buenos hijos" o que hacen lo correcto, y el que nos quiere porque sí. Nada fácil y un dilema que esperemos se resuelva dentro de cada uno aceptando que si hay dudas y divisiones, es porque estas comienzan por dentro.
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