MERCURIO EN CAPRICORNIO

Mercurio ingresó a Capricornio y se grabó las tablas, las sumas y las restas, las ecuaciones, grados, minutos y segundos y los códigos de la caja fuerte, la tarjeta de crédito y el candado del chanchito para asegurar lo que se tiene.  

La palabra cobra seriedad y necesariedad en cuanto a que no se habla demás y menos por largas horas. Hablar a lo loro, como le encanta a este dios, es lo que aquí le estará vedado.

Lo que se diga tendrá que ser corto, conciso y tendiente a algún fin. La locuacidad se ve disminuida tal como sucede en el momento en que nos sancionan y nos retrotraemos a la época en que nos retaba papá. Supongo que varios recordarán retos y posteriores silencios que nos dejaban percibir la culpa de haber hecho alguna macana.

Quizá, un efecto colateral de esto sea que al escucharnos hablar tan seriamente,  que nos encontremos repitiendo las palabras de nuestros mayores.
La "autoridad" habla a través de nosotros y también lo que nos dicen, será en base a hechos fácilmente contrastables con la realidad. No existen palabras demás y las que se emiten, son con respaldo fáctico.

Dialogar o conversar, puede transformarse en un examen o rendición de cuentas, aunque también la cualidad de lo que se comunique, tendrá siempre entre líneas, -incluso en los chistes-, algo de una realidad vivida en el pasado.

Mercurio en Capricornio referirá sus dichos a "tal o cual fuente de información", a "tal o cual libro" y a lo que "me enseñaron mis mayores", como así también al respeto, al cumplimiento de las reglas y a un modo de pedir o indicar cuales son las reglas en las que se basa un argumento o llamado de atención.

Atentos: no es tiempo de verso. Es tiempo de contestar con hecho y en forma correcta. Salde deudas, no quede en falta o Saturno se encargará de cobrarle con intereses.