LA MANIPULACIÓN Y LA REBELDÍA

Nuestra parte más receptiva y emocional se siente vulnerada por alguien que concentra para nosotros, una gran cantidad de poder: una figura de autoridad, un padre, un ser que puede tanto hundirnos en un pantano de críticas, obligaciones y dolor, y que sabe reconocer fácilmente, cual es nuestro talón de aquiles.

Bajo esta configuración, -Luna, Urano y Sol/Plutón-, las cosas no se dan fáciles. No se llega al acuerdo ni por asomo y en caso de que comprometa algún punto sensible de nuestra Carta, traerá algún tipo de "fin" de relaciones. Ya sea de trabajo, amistad, pareja o familiar, nos veremos en la necesidad de tener que revisar la historia detrás de la historia que asoma.

Es preciso reconocer la manipulación que hacemos de los otros, el rencor acumulado como también la absoluta necesidad de romper con esquemas que ya no solo están obsoletos sino que impiden nuestro crecimiento espiritual.

No espíes, no explotes, no manipules, no hurgues en la vida del otro, no quieras saber más allá de lo que sabes violando paredes, límites, desobedeciendo reglas, tiempos, revelándote como un ser caprichoso, como un bebé al que le quitan la mamadera cuando el otro pega un portazo y se va. No saltes escalones para llegar a saber lo que en realidad sucede. Lo que sucede está en desorden porque tú estás en desorden.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020