LA LUNA Y NEPTUNO
La Luna ingresó desde ayer al Signo de Piscis y como si esto fuera poco, hoy, ahora, se encuentra con Neptuno.
Es un día en donde uno se encierra en la fantasía o se abre a ella, dejándose llevar por el oleaje del inconsciente. Estamos totalmente influenciados por esa instancia psíquica que no tiene ni orden temproral, ni espacial y en el que todo puede volverse fértil creatividad o deteriorado delirio.
Fuera de la forma que fuere, no estamos con los pies en la Tierra salvo a fuerza de Saturno, que como un juez severo, nos coloca frente a un panorama que además, se tiñe de gri plomo, casi como el cielo por estos lados. No sé como está en tu ciudad, pero puede que algún nubarrón en tu alma, te ponga por lo menos nostálgico sin saber por qué.
Nos contagiamos las emociones o tenemos una especie de captación subliminal sobre todo de las cosas más incomprensibles. Nos volvemos esponjas y es mejor estar en ambientes emocionales limpios si no queremos cargar con la mugre de quienes no pueden vivir en paz.
La Luna en Piscis tiene un gran potencial para aislarse de lo tangible y por ello es capaz de habitar en el planeta del principito o de la bruja mala; pero muchas veces ese contacto, -si se tiene un ego sano y no se ha desmoronado la identidad hundiéndose bajo las aguas del océano-, podremos sacar unas cuantas perlas para componer poesía, música, pintura y arte en general.
Es un día en donde uno se encierra en la fantasía o se abre a ella, dejándose llevar por el oleaje del inconsciente. Estamos totalmente influenciados por esa instancia psíquica que no tiene ni orden temproral, ni espacial y en el que todo puede volverse fértil creatividad o deteriorado delirio.
Fuera de la forma que fuere, no estamos con los pies en la Tierra salvo a fuerza de Saturno, que como un juez severo, nos coloca frente a un panorama que además, se tiñe de gri plomo, casi como el cielo por estos lados. No sé como está en tu ciudad, pero puede que algún nubarrón en tu alma, te ponga por lo menos nostálgico sin saber por qué.
Nos contagiamos las emociones o tenemos una especie de captación subliminal sobre todo de las cosas más incomprensibles. Nos volvemos esponjas y es mejor estar en ambientes emocionales limpios si no queremos cargar con la mugre de quienes no pueden vivir en paz.
La Luna en Piscis tiene un gran potencial para aislarse de lo tangible y por ello es capaz de habitar en el planeta del principito o de la bruja mala; pero muchas veces ese contacto, -si se tiene un ego sano y no se ha desmoronado la identidad hundiéndose bajo las aguas del océano-, podremos sacar unas cuantas perlas para componer poesía, música, pintura y arte en general.
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