LA LUNA LLENA EN ESCORPIO

Con la entrada de la Luna al Signo de Escorpio estaremos inaugurando la Luna Llena. Es en este momento en donde la voluntad y el querer van por un camino opuesto a lo que necesitamos y a lo que que sentimos.

El grado de separación entre estos dos impulsos puede ocasionar tironeos que no son fáciles de resolver dentro de uno y en caso de externalizarse, en el mundo exterior.
El Sol, representante de lo masculino, la consciencia y lo eterno, mira hacia el futuro y prefiere conservar sus pies sobre tierra firme sin dejarse guiar por los impulsos, en tanto que la Luna saca de su viejo arcón del recuerdo, las cosas que desearía cambiar, los viejos rencores y las heridas viejas de un alma que se siente torturada por haber estado en contacto con los sentimientos más intensos y compulsivos, más venenosos y profundos de la vida.

El lado luminoso contra las emociones inconscientes pelean y es por ello que solemos proyectar la oscuridad en quien tenemos en frente. También podemos decir que alma y espíritu riñen, cuerpo y alma toman caminos diferentes.

Mientras estemos en esta fase, podremos tararear sin temor a equivocarnos, aquella canción que decía: "no puedo vivir contigo ni sin tí";  siendo tiempo de decidir que es lo mío, que es lo tuyo y que es lo nuestro y de enfrentar luchas de poder.

Lo económico y lo emocional, se entremezcla al punto de estar midiendo si el valor de un gesto es equiparable al sentimiento que se nos demuestra, o contrariamente, si vale la pena vivir en medio de una relación salpicada por venganzas, secretos, rencor y pases de facturas sin apelar a un planteo un poco más sensato y concreto.  

El Sol bregará por la claridad en las cuentas, la Luna sacará las suyas bajo una cierta subjetividad: de la diferencia de criterios nacerá algo nuevo o comenzará una separación de "bienes", de emociones o de cuerpo y alma, o cualquier otro tipo de polarización que nos lleve a una transformación en detreminado ámbito de la vida.


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