EL SOL Y NEPTUNO

El Sol va tensando día a día las energías con el planeta Neptuno y se produce algo así como un quiebre entre la racionalidad y lo irracional, inconsciente e inasible. De este modo, podemos hallar una división que llevará a percibir que una parte de nosotros se ubica en posturas totalmente racionales, percibiendo que el resto ve una realidad deformada. El problema es que todo el mundo creerá estar viendo el lado correcto del asunto, dejando el papel de delirante para los demás.

Cuanto más proporcionemos explicaciones coherentes para argumentar o intercambiar pareceres, más esquivo, incomprensible, "volado" o borroso se nos volverá el interlocutor a quien tildaremos de "mentiroso" incluso  hasta tener cierta comprensión de que puede estar enfermo o inundado en un mar de confusión.

Sol en contacto con Neptuno nos lleva a ver lo que deseamos ver y hasta el más racional de los seres, puede caer en el nebuloso inconsciente. No obstante, lo más factible es que nos encontremos con él hablando desde el lugar de nuestro interlocutor.

Es un tiempo en el que se "aguachenta"  la fuerza vital por motivos de desgaste mental o por falta de un "ego" que medie entre la lógica y los contenidos inconscientes que nadan en lo colectivo. Pueden aflorar enfermedades nerviosas, delirios, fantasías o una situación poco clara que nos lleve a ser más conscientes de realidades que posiblemente nos desilusionen.



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