MERCURIO Y NEPTUNO Y LAS LAGUNAS DE LA MENTE

Hasta dentro de una semana, estamos mentalmente volubles y ello significa que podemos confundir verdad con mentira o decir una cosa por otra, sin  contar con que también estamos dispuestos a leer de un modo erróneo algo que leamos o escuchemos.

En algunos casos, la dispersión puede ser tal que por tener la cabeza en las nubes, nos equivoquemos o perdamos en un trayecto conocido, y esto rige para el automóvil, caminando o tomando un tren equivocado. También hay que tener cuidado al marcar un número de teléfono: podremos llamar a otra persona diferente de la que conscientemente nos proponemos llamar.

El contacto de Neptuno con Mercurio enreda los hilos de la mente y hace una madeja de ella que no es fácil de desmadejar. Nuestras razones se hayan influenciadas ahora por el inconsciente y allí, en la trastienda de nuestro intelecto, no existen leyes temporales ni de tercero excluido, pudiendo enlazar de este modo un recuerdo olvidado que no reconocemos como tal, a un razonamiento actual que terminará desvirtuado. En el peor de los casos, puede aparecer la mentira o la sinrazón, el delirio,, las palabras de humo y la ficción a hacerse cargo de las comunicaciones e intercambios con los demás sin necesidad de estar "fumados", aunque en algunos casos..., puede ser!.

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