SATURNO Y MERCURIO
Mercurio quiere hablar de lo brillantes que son sus ideas, de lo grandioso que resultan sus pensamientos, sus escritos y sus diálogos. Y Saturno, cansado de escucharlo como un adolescente al que apenas le empiezan a salir la barba, le da una cátedra de reglas, y lo impulsa a hacerse creíble, a crecer y a dejar de mirarse a sí mismo como si fuese el ombligo del mundo.
Aprender a auto-evaluarse, a ser verdaderamente original y brillante, no es cuestión de bla-bla-bla, sino de rendir un verdadero exámen.
Con Saturno tocando a Mercurio nos tendremos que enfrentar a constantes ajustes. De este modo, empezaremos a retraernos y a expresar con mayor cuidado aquello que pensamos, teniendo que evaluar que no siempre las cosas están bien si las escribimos en piedra.
La libertad para hablar puede depender de motivos legales, ideológicos o razones que en última instancia, nos llevarán a encontrar formas más sinceras y serias de decir y pensar. Desarrolle la paciencia para traducir símbolos u otro idioma para poder entender el mensaje real y concreto.
Aprender a auto-evaluarse, a ser verdaderamente original y brillante, no es cuestión de bla-bla-bla, sino de rendir un verdadero exámen.
Con Saturno tocando a Mercurio nos tendremos que enfrentar a constantes ajustes. De este modo, empezaremos a retraernos y a expresar con mayor cuidado aquello que pensamos, teniendo que evaluar que no siempre las cosas están bien si las escribimos en piedra.
La libertad para hablar puede depender de motivos legales, ideológicos o razones que en última instancia, nos llevarán a encontrar formas más sinceras y serias de decir y pensar. Desarrolle la paciencia para traducir símbolos u otro idioma para poder entender el mensaje real y concreto.
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