LA LUNA EN CAPRICORNIO CAMINO AL PLENILUNIO

La Luna está transitando Capricornio y en líneas generales, el ánimo se vuelve lúgubre y como si hubiésemos perdido algo fundamental hace tiempo, nos vestimos de negro en algún sentido: agrisamos el alma, el carácter o las reacciones emocionales que pasan a ser un trago de hiel amarga. El rostro de la Luna, símbolo materno y de protección, se adelgaza tanto que pierde toda su agua, su amabilidad y su mullido abrazo tornándose escasa de líquido, seca y fría.

Se activan por lo general recuerdos tristes, percibimos agudamente la falta de respueta emocional del entorno y tomamos una actitud de aislamiento defensivo que es a su vez el motivo por el cual nos "abandonan" o nos dejan solos.

En este círculo repetitivo, a lo único que podemos acudir es a la consciencia, intentando salir de los automatismos que funcionan en nosotros como llaves que cierran la puerta a la ternura.

Como se acerca la Luna Llena, del otro lado el Sol en Cáncer puede otorgar cierta consciencia respecto de los motivos que nos llevan a cercenar la afectividad, debiendo considerar que nuestra desazón no depende ya de lo que el otro hace, -como cuando éramos niños-, sino de nuestros condicionamientos psíquicos.

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