LA LUNA Y SATURNO EN FUEGO
La Luna en Leo se va acercando al grado de Saturno en Sagitario. Desde allí contactarán y combinarán sus normalemente antagónicas energías en un aspecto fluido y armonioso, pudiendo sentir que en cierto modo, nuestra vida tiene un trayecto previsible, con ciertas metas basadas en un sentido muy específico de la existencia. Las metas pueden ser académicas, de conocimiento o afín a ciertas creencias, hallando que no existe contradicción que nos lleve a salir de la ruta en la que estamos encaminados.
Sin mayores esperanzas que las que ofrece un futuro que se hace de algún modo previsible, estamos contando con que por lo menos hoy y durante algunas horas de mañana, no encontraremos serios obstáculos en administrar sentimientos y obligaciones. Hemos hechos bien los deberes y esperamos que todo se desarrolle como hemos ordenado.
Dado que el egocentrismo no se encuentra desbocado y los caprichos con Saturno han menguado, a la hora de reclamar atención y miradas no somos exageradamente demandantes, como así tampoco fáciles de conformar.
Las personas mayores pueden actuar con nosotros como un padre o una madre exigentes, o nosotros podemos con otros mostrar una faceta de mayor autoridad que de costumbre. Es buena la relación con una jefa, una madre o maestra y en general, nos sentimos apreciados cuando cumplimos con nuestra tarea.
Excelente momento para enseñar o aprender acerca de los límites, para frenar los caprichos en los niños, para enseñar a obedecer ciertas reglas y para mostrar que no por tener sangre azul, la vida está exenta de obligación.
Sin mayores esperanzas que las que ofrece un futuro que se hace de algún modo previsible, estamos contando con que por lo menos hoy y durante algunas horas de mañana, no encontraremos serios obstáculos en administrar sentimientos y obligaciones. Hemos hechos bien los deberes y esperamos que todo se desarrolle como hemos ordenado.
Dado que el egocentrismo no se encuentra desbocado y los caprichos con Saturno han menguado, a la hora de reclamar atención y miradas no somos exageradamente demandantes, como así tampoco fáciles de conformar.
Las personas mayores pueden actuar con nosotros como un padre o una madre exigentes, o nosotros podemos con otros mostrar una faceta de mayor autoridad que de costumbre. Es buena la relación con una jefa, una madre o maestra y en general, nos sentimos apreciados cuando cumplimos con nuestra tarea.
Excelente momento para enseñar o aprender acerca de los límites, para frenar los caprichos en los niños, para enseñar a obedecer ciertas reglas y para mostrar que no por tener sangre azul, la vida está exenta de obligación.
Comentarios
Publicar un comentario