EL SOL Y URANO: DESPIERTA A TÍ MISMO
No podemos cambiar nuestra esencia sino su manifestación. Podemos tener un Sol y hacerlo brillar o intentar apagarlo. Podemos quitarlo de su lugar central, -lo que equivale a arrancarse el corazón- y colocar allí a Venus haciendo girar nuestra vida alrededor de los demás; colocar a Mercurio y pasarlo todo por el filtro de la razón; colocar a Marte y tener una vida en que todo es una batalla que ganar, poner a Júpiter para vivir negando el lado oscuro de la vida, reverenciar a Plutón y creer que no se puede confiar en nadie, podemos entronizar a Neptuno y crecer en un delirio o subir al altar a Urano y comenzar un camino nunca antes transitado.
En fin, podemos vivir en función de cualquier cosa sin hallar en ninguna lo que el Sol propone: una existencia que adquiere sentido si se puede crear desde uno mismo. Pero con el apoyo de Urano, -no su entronización que traería simple disociación en la personalidad-, estaremos en condiciones de tener un repentino destello de autoconsciencia y de la importancia de no pisar huellas ajenas.
Posibilidad de descubrirnos en una nueva actitud. Personas que nos provocan efecto despertador. Rebelión contra lo establecido.
En fin, podemos vivir en función de cualquier cosa sin hallar en ninguna lo que el Sol propone: una existencia que adquiere sentido si se puede crear desde uno mismo. Pero con el apoyo de Urano, -no su entronización que traería simple disociación en la personalidad-, estaremos en condiciones de tener un repentino destello de autoconsciencia y de la importancia de no pisar huellas ajenas.
Posibilidad de descubrirnos en una nueva actitud. Personas que nos provocan efecto despertador. Rebelión contra lo establecido.
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