NOCHE DE RECTÁNGULO MÍSTICO

Luna, Neptuno, Júpiter y Saturno nos instan a hacernos cargo de nuestras propias distorsiones, generando una cantidad de actividad mental y de información que debemos dejar que vaya cambiando hasta depurar y comprender como un mar en el que debemos nadar abiertos al cambio.

En este momento quizá sintamos como un castigo del destino el no poder avanzar con rapidez hacia el futuro para quitarnos de la espalda el saco de piedras que nos hunde en el pesimismo, la duda, la vacilación.  Podríamos también creer que se nos juzga, juzgamos o nos juzgan de modo demasiado severo o  que se nos quitan posibilidades de crecimiento de un solo tirón. Sin embargo, todo esto no es más que una señal de alarma que indica que es necesario traducir el "castigo divino" a un idioma mucho menos lineal, cuyo camino zigzagueante nos dejaría ver cuantos errores de concepto y nubes de humo consumimos para no hacernos responsables de la parte que nos toca.

No culpes al mundo de tu desgracia: no te engañes!.
Busca nuevos caminos en lugar de ir por los puentes que ya se han roto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020