La Luna aún en Capricornio nos pone serios y más respetuosos que lo de costumbre. No tenemos ganas de inflar globos y salir de cumpleaños, nos ponemos ahorrativos en todos los ámbitos e incluso en la expresión y manifestación de los sentimientos. Para cuando llegue a tocar a Plutón, se acentuará el cuidado convertido ahora en control, la predilección por tomar distancia o la necesidad de controlar fuertemente nuestras emociones.
Los pensamientos no se dirigirán a la parte colorida de la vida y tendremos que evaluar que es lo que necesitamos dejar definitivamente atrás. El dolor, las carencias y todo lo que no nos mata pero nos daña, puede renacernos a otro nivel.
No insista en conservar lo que se está pudriendo. Haga lugar en el placard.
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