EL SOL EN ESCORPIO Y NEPTUNO EN PISCIS
El Sol en trígono a Neptuno propone ir más allá de lo central, y por supuesto, sacar de foco la luz de la consciencia para difuminarla sobre un panorama más extenso.
Como el Sol es el símbolo de nuestra unicidad, esta "difusión" de la Luz significa pérdida de sentido de individualidad, que sirve para captar ya no lo escencial en un individuo, sino lo escencial en lo colectivo. La "visión" más allá de los límites comunes, suele resultar en una profunda comprensión que es posible por estar predispuestos a disolver los límites entre unos y otros, entrando en relación a partir de la pura emoción.
Para quienes tengan esta posición marcada en su Carta Natal pueden existir renuncias que hacer, una sensación de soledad o por el contrario de unión mística con los demás; habitar un mundo en que los bordes no se ven o no están claros, -sin sentir diferencia entre unos y otros-, nos lleva a "contagios" emocionales y anímicos. En la medida de lo posible, abstenerse de la adhesión a gurúes pero buscar una forma creativa de ayudar a los demás.
La tendencia a idealizar, a comprometerse sin condiciones con algo que nos mueva el corazón, nos da la oportunidad de ver lo que sería de este mundo si todos pudiéramos desprendernos de algo que en otro momento consideramos tan importante para vivir.
Excelente para sentirnos como en los tiempos "hippies": sexo, -más bien fantasías sexuales-, drogas y rock and roll.
Como el Sol es el símbolo de nuestra unicidad, esta "difusión" de la Luz significa pérdida de sentido de individualidad, que sirve para captar ya no lo escencial en un individuo, sino lo escencial en lo colectivo. La "visión" más allá de los límites comunes, suele resultar en una profunda comprensión que es posible por estar predispuestos a disolver los límites entre unos y otros, entrando en relación a partir de la pura emoción.
Para quienes tengan esta posición marcada en su Carta Natal pueden existir renuncias que hacer, una sensación de soledad o por el contrario de unión mística con los demás; habitar un mundo en que los bordes no se ven o no están claros, -sin sentir diferencia entre unos y otros-, nos lleva a "contagios" emocionales y anímicos. En la medida de lo posible, abstenerse de la adhesión a gurúes pero buscar una forma creativa de ayudar a los demás.
La tendencia a idealizar, a comprometerse sin condiciones con algo que nos mueva el corazón, nos da la oportunidad de ver lo que sería de este mundo si todos pudiéramos desprendernos de algo que en otro momento consideramos tan importante para vivir.
Excelente para sentirnos como en los tiempos "hippies": sexo, -más bien fantasías sexuales-, drogas y rock and roll.
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