LA LUNA Y PLUTÓN EN CAPRICORNIO
La Luna llega a Plutón y mezclan sus energías tiñendo los afectos con un aire helado y una expresividad que no hallamos a la vista.
En general, estos dos planetas juntos se refieren a algo enterrado del pasado. A la familia, al hogar, a la madre, a la tierra, a la patria, a la pachamama y en general a todo lo que nos sirva de resguardo afectivo y a lo que su recuerdo o experiencia ha dejado por debajo del umbral de la consciencia o de la tierra.
La Luna, -que en Capricornio no está cómoda-, al lado del dios del Hades, se vuelve extrema en cuanto a su hielo o a su deshielo. Además de perder todo vestigio de expresión afectiva, la capacidad de contactar con lo que sentimos queda soterrada, mientras que por otro lado podría manifestarse en una gran ambición que demanda la posesión de algo material que muy al fondo, serviría para tapar un agujero que le pertenece al alma.
Puede ser que quienes ya tengan energías que resuenen con esta posición planetaria, se encuentren con que es difícil sentir el pulso de cualquier situación, equivocando los pasos a dar y encarando el tema con la intención de manipular al resto a través de una posición de autoridad o quizá autoritaria sin más.
Como Luna y Plutón quedan en el foco de una configuración tensa, se nos señala que el aprendizaje que tengamos que llevar a cabo hoy, radica más bien en comprender que no todo en la vida es tener y poder, o que los problemas se solucionan con un "divide para triunfar", sino con un "une/protege/preserva para multiplicar".
En general, estos dos planetas juntos se refieren a algo enterrado del pasado. A la familia, al hogar, a la madre, a la tierra, a la patria, a la pachamama y en general a todo lo que nos sirva de resguardo afectivo y a lo que su recuerdo o experiencia ha dejado por debajo del umbral de la consciencia o de la tierra.
La Luna, -que en Capricornio no está cómoda-, al lado del dios del Hades, se vuelve extrema en cuanto a su hielo o a su deshielo. Además de perder todo vestigio de expresión afectiva, la capacidad de contactar con lo que sentimos queda soterrada, mientras que por otro lado podría manifestarse en una gran ambición que demanda la posesión de algo material que muy al fondo, serviría para tapar un agujero que le pertenece al alma.
Puede ser que quienes ya tengan energías que resuenen con esta posición planetaria, se encuentren con que es difícil sentir el pulso de cualquier situación, equivocando los pasos a dar y encarando el tema con la intención de manipular al resto a través de una posición de autoridad o quizá autoritaria sin más.
Como Luna y Plutón quedan en el foco de una configuración tensa, se nos señala que el aprendizaje que tengamos que llevar a cabo hoy, radica más bien en comprender que no todo en la vida es tener y poder, o que los problemas se solucionan con un "divide para triunfar", sino con un "une/protege/preserva para multiplicar".
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