UN COMETA Y NEPTUNO

La Luna, Júpiter Saturno, Urano y Mercurio forman una configuración en la que se nos da la oportunidad de ser disciplinados con nuestras expresiones emocionales, verbales e ideológicas para terminar revolucionando nuestras creencias y nuestras ideas.

Chispazos de intuición o aparentes contradicciones, disparan actitudes que nos pueden llevar a buen puerto e incluso a tener una especie de suerte inesperada.

Si en este momento tenemos que pensar en algo de manera ordenada, este es el momento para no tomar todo lo que sea un deber como si fuera una carga. Júpiter favorece el buen ánimo, Saturno la seriedad y Mercurio y la Luna, el sentido común.

El ejercicio de la mente en cualquier sentido, rinde sus frutos. Las conversaciones, las lecturas, los llamados, pueden provenir de personas a las que admiramos en algún sentido y tenemos en un muy buen concepto.

Obviamente, muy cerca anda Neptuno tirando algunos baldes de agua sobre los textos mentales, orales y escritos, así que da para la confusión y el mal entendido que pueden por ahora, ser salvados por una excelente disposición a ser claros y a buscar la verdad.

Pensamientos brillantes, ideas que nos llevan a adelantar o a abrir caminos, información que va a la velocidad de la luz. Sin embargo conviene estar atentos a lo que pueda sonar confuso.




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