EL CUARTO CRECIENTE DE LA LUNA

En este momento, el desacuerdo entre el matrimonio interior se puede hacer patente en desacuerdos externos.

Quisiéramos que la vida nos regalase sueños hechos realidad, quisiéramos que las fantasías no fuesen solo fantasías, quisiéramos que el mundo nos mostrara su cara más compasiva y que la unión con el  todo, no fuera una mera enunciación. Por todo ello suspiramos a la vez nos resignamos bañándonos en una especie de martirologio sobredimensionado.

Por otra parte, el Sol en Sagitario nos pregunta: y eso, es tu verdadera meta?. Eso es lo que verdaderamente te hará feliz?. ¿No te parece que ver la vida tras un velo tan llorón, es algo patético?. Busca el sentido de tu existencia en lo que la haga significativa antes que artificial!.

Y así el Sol y la Luna en el Cuarto Creciente, tironearán filosóficamente  de nosotros, haciéndonos preguntas que van desde el sentimiento de marginación a la realización, de la fe hasta la renuncia, desde la resignación hasta el optimismo y al final, ambos decidan apelar a dios, a un talismán o a lo místico.

Día para dedicar a lo místico pero para no aferrarnos a ninguna fé ni a ninguna creencia. Cuidado con los autoengaños.

Es una combinación que puede perder horas conversando hasta que la Luna se vuelva tan sensible y sentimental, que tiente al Sol en fuego a ponerse en fuga.

No es un día para acuerdos definitivos pero sí para introducir cambios.