EL RECTÁNGULO MÍSTICO : NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

La Luna avanza sobre Géminis y queda cerrando una configuración llamada "Rectángulo Místico".

Se supone que tiende a ser una figura con una fricción que se transforma en motor para solucionar problemas.

Participan de dicha alineación, -además de la Luna-, los planetas Saturno, Urano y Júpiter. Lo viejo, lo nuevo, lo justo y lo cotidiano, entrelazan energías que a su vez son tironeadas a la actividad del Sol y Marte.

En líneas generales los obstáculos han de estar allí presentes. La discordia a un paso, los bloqueos a un chasquido de dedos, el temor de no poder se emparejará con el aliento que podemos recibir en pro de seguir adelante y al final de cuentas, todo puede resultar en una gran cantidad de ideas nuevas si al fin tomamos las riendas y nos dirigimos a fuerza de voluntad y actividad hacia un fin bien definido.

Es un contacto para no amedrentarse y por supuesto estará vigente desde ahora hasta el día de mañana.

Podría verse como una cadena de situaciones que si bien generan impedimentos, retrasos, discusiones o altercados, pueden a su vez propiciar creativas vías de solución a los conflictos y una cantidad considerable de energía mental para hallar nuevas formas de resolver viejos y no tan viejos rompecabezas.

El poder acomodar las piezas de cualquier situación que parezca compleja, exigirá que eliminemos de raíz algunos componentes, ganando aquellos que tengan don de liderazgo y ejecutividad.

Quien no pueda acceder su capacidad dirección, pierde la oportunidad de ser consciente de cuanto se puede hacer aún en medio de un polvaderal.

Momento para eliminar algo desde sus cimientos, ampliar el lugar donde se vive o se trabaja, saltar obstáculos, reparar vías de comunicación, tomar nuevas decisiones, dirigir una obra y despejar los escombros para avanzar.


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