MARTE/SATURNO: TIEMPOS VIOLENTOS
En este caso, el contacto planetario a tener en cuenta es Saturno/Marte, que como todos ya se habrán dado cuenta con solo encender el televisor, la radio o leer casi cualquier noticia, nos narra eso de los "tiempos (Saturno) violentos (Marte).
Con un Sol que está concentrando el interés por la información y el mundo de la palabra, un poco torciendo la razón gracias a Neptuno y otro poco empezando a sincerarse con Júpiter, Saturno enfrenta a Marte haciendo de estas dos posturas entre mentira y verdad, algo así como una lucha entre aquel que quiere avanzar y otro que quiere frenar al que avanza. La justicia pareciera existir solo con un arma en la mano, llevándose por delante como si fuera un tanque de guerra a todo lo que se le cruce delante, mientras que por otro lado alguien intenta enarbolar la pluma como arma.
Marte tiene que ver con lo que tiene filo, con los metales por ej., en tanto que Saturno con el plomo o los metales pesados, las vallas, los muros. De este modo, el "prohibido pasar", no es un simple cartel, sino una verdadera muralla de balas que pueden ser lanzadas en palabras o en distintos calibres.
En términos simbólicos, es un contacto "impotente", porque no es mentira que las armas son el recurso de quien no tiene razones ni autoridad.
Sexualmente indica impotencia, dificultad para la erección, para la circulación sanguínea y la típica reacción del macho que por algún lado, tiene que drenar su ira bloqueada: desde el infarto hasta el cuchillo, el poder se ejerce de modo bastante brutal.
Lo que mejor es posible hacer en estos casos, es tomar consciencia de nuestras represiones y de la causa que subyace a la ira. Por supuesto, no es un trabajo que pueda hacer cualquiera, pero lo que debe hacer la astrología es avisar, por lo menos, que por más santificados que todos creamos estar, no hay persona en este mundo que no tenga a estos dos planetas en su Carta Natal; y que siempre que haya barreras e interrupciones para lo que queramos hacer, hay ira. Si no observamos esto el tiempo suficiente como para verlo actuar como un freno de mano a nuestra libertad, solo encontraremos que nos damos golpes o nos lo dan sin saber cual es el origen.
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