LUNA LLENA CON ECLIPSE PENUMBRAL DEL 10 DE FEBRERO

El día 10 de febrero concluiría la fase llena de la Luna y viéndose redonda en el cielo por un par de días y algo más, comenzando luego a decrecer y a disminuir su luz.

A esto le sumamos que por la cercanía del plenilunio a un punto llamado "eje nodal", se produzca un elipse que deja a la Tierra ubicada en medio de las luminarias, permitiendo que la luz que de un lado recibe del Sol, sea proyectada como sombra sobre la faz lunar.

Como la zona en la que se encuentra la Luna no es la UMBRA, -el lugar donde la dejaría completamente a oscuras-, se denomina ECLIPSE PENUMBRAL; es decir que parte de este disco blanco se verá sin dificultad, quedando oscurecida solo una porción de su totalidad, tal como se podría ver en el gráfico.

Astrológicamente este oscurecimiento parcial del disco lunar en el Signo de Leo que se contrapone al Sol en el Signo de Acuario, puede traer una máxima distinción, dilema o resultado respecto de posiciones antagónicas entre el sentirnos individuos aparte, especiales, únicos e idénticos solos a nosotros mismos (Leo), en contraposición a ubicarnos ante otros como un ser que forma parte de algo mayor, es igual a muchos otros y se asume como componente anónimo y sin distinciones de una comunidad en la que las "especialidades"  o la distinción de ser único, no tienen ningún valor.

Cualquiera de esas dos posiciones tiene en momentos de eclipse su extrema diferenciación. El ego, representado por Leo, puede sentirse susceptible a ataques por parte de alguien que no le rinde pleitesía. Por ser la Luna la que está en esa posición, se podría deducir que el sentimiento de encontrar que alguien nos ignora, nos rebaja o no nos coloca la alfombra roja al caminar debajo de nuestros pies, puede traer una rabieta o directamente el fin de un vínculo que puede tener que ver con la amistad, los hijos o la separación de un grupo.

Por estar el Sol en Acuario, el ubicarnos en el sitio de la "igualdad" a ultranza, puede cegarnos ante verdaderas diferencias, y si bien es capaz de ayudarnos a disminuir las pretensiones del ego, -al menos las del otro-, podría acentuar con un excesivo énfasis una actitud destructiva de las naturales diferencias entre los seres humanos.

Si por el contrario colocásemos sobre el componente leonino todo lo que se nos representa la SEGURIDAD, no admitiremos que de vez en cuando haya que resignar la alfombra bajo nuestros pies para dejar de mirarnos el ombligo o rendirnos ante el espejo que nos aplauda y nos diga que solo coinciden con nosotros.

Como siempre, el ponernos a distancia óptima de lo que denominamos YO, nos dejaría ver hasta donde cultivamos el ego del Sol o las dependencias de la Luna.

Si nos hacemos a la imagen de la Tierra en medio de estos dos cuerpos celestes, podremos encontrar que de un lado la mitad permance oscura, mientras que del otro está iluminada.  Quien tendrá la razón en este conflicto?. El ciudadano que vive en la parte oscura y dice que el mundo está en sombras?, o el que vive en la parte donde da la luz y afirma que es un día pleno y resplandeciente de claridad?.

Sería estupendo que los dos vieran el dibujo que vemos nosotros. Sería genial que nos podamos correr de nuestro ego y nuestros ideales y pudiéramos hacer de cuenta que somos la Tierra, con una mitad clara y la otra mitad oscurecida.

El problema es que en el eclipse suele tocarnos estar de uno de los dos lados.

En este momento, se nos llama la atención sobre aquello que se ha tornado excesivo o poco equilibrado. Al ser el Sol lo que queda pegado al Nodo Sur, se nos advierte que muchas veces el ego se ufana en la igualdad (Acuario) para ocultar su narcisismo (Leo).  Y es así como encontramos muchos "igualitarios" que en el fondo, son egos disfrazados de una tolerancia que no tienen y que se fabrica a golpe de negar la propia individualidad.

Quítese el uniforme, desnude su interior y empiece a buscar si es cierto que a Ud. no le importa ser especial para nadie, si Ud. de verdad se cree tan igual a los demás, si de veras no cree que le pertenece cierto rubí de la corona y si no le gustaría que alguien se lo reconociera. Busque si sus ideas no están basadas en un ideal que se ha forjado por sentirse alguien fuera de este mundo y si debajo de esa idea no yace esconcida la de ser "superior" y más generoso que el resto.

Quizá haciendo este ejercicio, encuentre que no solo es bueno ser un ciudadano del mundo en cualquier lugar, sino que es fantástico sentirse único.

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