EL SOL, VENUS Y SATURNO: VOLVERNOS CONSCIENTES DEL AMOR Y EL DESAMOR
El Sol, símbolo de la consciencia, de la vida y de la voluntad, se encuentra en el punto medio de un contacto tenso entre Saturno y Venus.
Esto indicaría que nos hacemos conscientes de la distancia y los muros que están interfiriendo entre nosotros y los otros, volviéndonos más claros en temas de pareja y en materia de relaciones.
Venus y Saturno indican en este momento, que es posible que entre nuestros vínculos exista alguno de particular tensión. Quizá nos tengamos que enfrentar a alguna dificultad para amar, para sentir felicidad y contento en una relación íntima o para considerarnos atractivos.
La luz solar pone en foco aquello que no anda bien entre "tú y yo", incluso aunque el "tú", sea el espejo/ojos en que nos miramos. Esto puede generar fricción y malestar cuando no nos responden como nosotros quisiéramos o cuando tenemos que responder a alguien que no queremos.
Es un tiempo para trabajar en los problemas provenientes del amor en general: por uno mismo, por los demás, por la belleza de la vida y la generosidad. Si nos sentimos apartados del mundo, poco queridos o amados, habrá que considerar que quizá estemos emitiendo alguna señal que provoque que los demás terminen apartándose de nosotros, -o nosotros de otros-, sin darnos cuenta.
Nadie puede arrancarte el corazón si no lo has dado. Si lo has dado a alguien equivocado, quizá sea tiempo de empezar a pensar más bien en recuperarlo.
Esto indicaría que nos hacemos conscientes de la distancia y los muros que están interfiriendo entre nosotros y los otros, volviéndonos más claros en temas de pareja y en materia de relaciones.
Venus y Saturno indican en este momento, que es posible que entre nuestros vínculos exista alguno de particular tensión. Quizá nos tengamos que enfrentar a alguna dificultad para amar, para sentir felicidad y contento en una relación íntima o para considerarnos atractivos.
La luz solar pone en foco aquello que no anda bien entre "tú y yo", incluso aunque el "tú", sea el espejo/ojos en que nos miramos. Esto puede generar fricción y malestar cuando no nos responden como nosotros quisiéramos o cuando tenemos que responder a alguien que no queremos.
Es un tiempo para trabajar en los problemas provenientes del amor en general: por uno mismo, por los demás, por la belleza de la vida y la generosidad. Si nos sentimos apartados del mundo, poco queridos o amados, habrá que considerar que quizá estemos emitiendo alguna señal que provoque que los demás terminen apartándose de nosotros, -o nosotros de otros-, sin darnos cuenta.
Nadie puede arrancarte el corazón si no lo has dado. Si lo has dado a alguien equivocado, quizá sea tiempo de empezar a pensar más bien en recuperarlo.
Comentarios
Publicar un comentario