VENUS RETROGRADA EN EL SIGNO DE ARIES

Siempre que vemos a Venus detrás de Marte, se suele cumplir el contacto de conjunción, es decir, el encuentro de ambos cuerpos celestes en el mismo punto del cielo y en el mismo punto de la casa, de la cama o de cualquier lugar en donde se espeje esta energía.

Sin embargo, esta vez parece que Afrodita corre a Ares para no alcanzarlo más. Ella ya no le grita "aquí estoy". Lo mira y piensa: es él o soy yo?.

Esta vez el guerrero corre tan rápido y ella  camina tan cansada de correr, que a comparación de su ritmo natural, todo parece colocarla detrás de él preguntándose si alguna vez logrará volver a caminar a su lado. 

Sea que las vacaciones nos impongan distancia respecto de alguien que deseamos, sea que existan situaciones que nos obliguen a cambiar de entorno, sea que se presenten actitudes desconcertantes, este par mítico del encuentro entre el amor y la guerra pareciera tener que ir por lo menos, a distinta velocidad y ritmo durante un tiempo.

No importa como se manifieste, pero lo cierto será que interiormente, cambiamos la mirada respecto de todo lo que nos gusta. Por un tiempo estaremos con los ojos puestos en "otro lugar", ya que interiormente estamos tratando de encontrar fundamentos más profundos para amar o dejar de amar; y eso lo anuncia la próima retrogradación de Venus.

La actividad sexual puede disminuir como síntoma de esta separación planetaria que simboliza la atracción y la penetración. Dedique tiempo a saber por qué duda, por qué algo se ha roto, por qué se siente engañad@ o por qué no le atrae lo que antes le atraía. Siempre hay una buena razón para detenerse y hacer lugar a una conexión con sus anhelos más amorosos.

Igualmente, se aconseja no perder de vista que en este momento podemos ser bastante compulsivos y estar influenciados por energías aún inconscientes,. motivo por el cual si la situación actual amerita un cambio, una distancia o un impasse, tendrá que pasar por el período de retrogradación venusina para llegar a comprender que vale y que no vale mirar atrás.

Al final, allá por mediados de abril, asomará una nueva visión más clara de qué es lo que de verdad necesitamos para sentir que la vida es bella. Y si por ahora hay que correr un camino solos, -o más centrados en lo que llamamos amor por nosotros-, no hay que asustarse. Solo percatarse de cuantas cosas resignaríamos si permitiésemos seguir resignando la buena compañía en nuestras vidas.

Reserva de turnos para lecturas astrológicas a: centroastrologicovirtual@gmail.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020