BAJO EL SIGNO DE LEO, LA LUNA

De la Luna en Leo se habla de amor por nosotros mismos, de la dependencia de sentirnos la figura central en cualquier momento y de la importancia de nuestra individualidad, es decir del YO que emerge de las diferentes identificaciones que resultan de nuestro primer entorno en el cual, tratándose de Leo, se ha formado bajo los festejos y el aplauso de casi cualquier monería.

Es típico de esta Luna mirarse a través de los ojos embobados del constante tributo de unos padres orgullosos, esperando más tarde que incluso al pasar por cualquier espejo, -sea este de vidrio o la mirada de los demás-, nos devuelva una imagen merecedora de pleitesía y admiración. Si hay algo que esta Luna detesta, es pasar desapercibida. 

Por este motivo, estamos en el camino de algo más de dos días, en los que podemos encontrarnos con reacciones que trasluzcan un excesivo énfasis narcisista, queriendo ocupar el punto central de las miradas y si somos innatamente de bajo perfil, encontrar esta figura a través de gente que pareciera que no tuvo jamás una crítica y cuyo donaire, exhibe algunas veces un recalcitrante ego. Sin embargo cuando hemos aprendido a no querer ser los únicos dignos de adoración, somos capaces de brindar emociones sinceras, cálidas y un ambiente lúdico que nos deje en posición de expresar abiertamente nuestra creatividad. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020