LA LUNA, NEPTUNO Y PLUTÓN: CAMBIAR DE PIEL EN EL MODO DE PENSAR LA VIDA
la Luna, Neptuno y Plutón, forman la cabeza de un cometa, profundizando en las esferas de la comunicación emocional; teniendo a su vez por objetivo, el tirar abajo los conceptos o estructuras que han sostenido nuestra vida hasta la actualidad.
Las razones que simplemente tengan como fundamento el "haberse hecho siempre así"; no tardarán mucho en resultarnos constrictivas y sin sustento, ya que la experiencia, en algún punto, debe ser renovada y enriquecida por la capacidad regenerativa de Plutón,
Para no refugiarnos en lo que sin darnos cuenta repetimos como loros porque así lo hemos aprendido desde muy temprano, los modelos heredados de figuras que nos antecedieron, -autoridades, padres, familia o quienes ocupen un lugar en un momento importante-, son ahora cuestionados, creando consciencia de necesitar en el presente los propios parámetros y la propia experiencia.
No es grato abandonar el Edén, pero sí es seguro que solo podremos crecer si aceptamos el desafío de abrir nuestro ego para dejar salir nuestra mejor expresión emocional, dando y dándonos perdón, comprensión y asumiendo una nueva realidad que ha dejado de contener algunos ingredientes que hoy no nos hacen falta para sentirnos seguros y queridos. Tiempo de prepararnos a una mayor comprensión de nosotros y las realidades de los demás.
Tiempo de reciclar un modo de valorar la vida. Sal de tu caracol!
Las razones que simplemente tengan como fundamento el "haberse hecho siempre así"; no tardarán mucho en resultarnos constrictivas y sin sustento, ya que la experiencia, en algún punto, debe ser renovada y enriquecida por la capacidad regenerativa de Plutón,
Para no refugiarnos en lo que sin darnos cuenta repetimos como loros porque así lo hemos aprendido desde muy temprano, los modelos heredados de figuras que nos antecedieron, -autoridades, padres, familia o quienes ocupen un lugar en un momento importante-, son ahora cuestionados, creando consciencia de necesitar en el presente los propios parámetros y la propia experiencia.
No es grato abandonar el Edén, pero sí es seguro que solo podremos crecer si aceptamos el desafío de abrir nuestro ego para dejar salir nuestra mejor expresión emocional, dando y dándonos perdón, comprensión y asumiendo una nueva realidad que ha dejado de contener algunos ingredientes que hoy no nos hacen falta para sentirnos seguros y queridos. Tiempo de prepararnos a una mayor comprensión de nosotros y las realidades de los demás.
Tiempo de reciclar un modo de valorar la vida. Sal de tu caracol!
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