AL FIN MERCURIO SE CALZA LOS ZAPATOS AL DERECHO

Ya hace más de 20 días que Mercurio nos tiene para atrás,

Información que no llega o llega mal,
descubrimos que ya el dinero no nos alcanza como antes,
que tenemos la memoria hecha un horror,
que lo que decimos se entiende más o menos al año siguiente (por lo cual en muchos casos aún nada se entendió),
que pensamos en cosas tan acotadas que parecemos cuadrados que no salen de la obsesión,
que quedamos fijados a cosas que hay que cambiar y poner en un contexto sensato,
y que viene llegando la hora de habla de forma contundente y pragmática sobre los temas que por debajo del nivel consciente, han ido haciendo modificaciones.

Sin embargo, a entre el día 4 que estaciona y se pone directo, -ya el 5 se podrá observar un paso apenas un poquito más rápido hasta que pasen unos días, nos podremos dar cuenta que algo ha cambiado de modo sutil. Mientras estuvo retrógrado este planeta mensajero de la mente, hemos estando haciendo balance costo-beneficio de un montón de cosas, incluso aunque no nos hayamos dado cuenta.

Debajo, allí por donde anda la conciencia sub-liminal, hemos estado profundamente embebidos de una forma de observar que en muchos casos, obrará de forma imperceptible, -o no tanto-, manifestándose en la vida real y tangible. Los cambios que hayamos hecho, -sobre todo en aparatos de comunicación, formas de hablar, de expresar lo que pensamos-, son una de las tantas señales con las que el dios alado nos informa de que algo andaba mal.

Lo que hemos re-hecho, revisado y vuelto a hacer, nos ha dejado comprobar o descartar prejuicios y tonteras que creíamos ciertas e inamovibles.

Todo este tiempo, la marcha del dios de la retrogradación, incubó una nueva forma de encontrar que lo SIGNIFICATIVO no está en la cantidad sino en la calidad, -a la que el Signo de Tauro es afecto, sobre todo si conlleva durabilidad, fortaleza, seguridad-, y que hacia allí nos dirigiremos ahora montados no en zapatos Luis XV o mocasines puntiagudos y apretados, -bonitos, estilizados pero inestables e incómodos-, sino en unas bellas zapatillas, -las de las mujeres pueden tener incluso taco y algún detalle estético-, cosa de llegar lento pero seguro a donde queremos y con quienes queremos.

Recuerda que precio y valor, no son la misma cosa.