INGRESA LA LUNA AL SIGNO DE VIRGO

Por estas horas empieza a cambiar el clima como también su humor, el ambiente, las reacciones espontáneas o el motivo por el cual nos enojamos, obtenemos tranquilidad o reaccionamos.

De efusivos, demostrativos, abiertos y seguros, pasamos a ser cautelosos, prolijos, moderados y de perfil bajo, incluso si ese gusto por "pasar desapercibidos", proviene de un cuadro gripal que nos mete en la cama por un cuadro gripal ocultándonos tras las sábanas o nos obliga a hacer tareas simples pero trabajosas, con poca exposición y mucha precisión.

Los días de Luna en Virgo nos ponemos un poco meticulosos, un tanto perfeccionistas y bastante fanáticos de las cosas puras, limpias y prolijas, sobre todo si tenemos lunas afines a ella que enviará sus vibraciones directo de inconsciente a inconsciente, haciendo que agreguemos a nuestra natural predisposición, un toque de detergente, lavandina y alcanfor.

En el caso de que esta Luna contacte con algún planeta áspero de nuestra Carta, podríamos recibir o volvernos críticos, señalando imperfecciones con el dedo alzado o auscultando el cuerpo como si fuese una bolsa de imperfecciones. También podría suceder si tenemos acentuado el Signo de Virgo.

Somatizar es un clásico de esta Luna, ya que lleva al mundo de los alimentos la preocupación anímica. Esto demuestra que nos preocupan algunas emociones mal tramitadas. Obsérvese y no se critique. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020