LA LUNA EN PISCIS

Acaba de ingresar la Luna al Signo de Piscis y estamos ya recogiendo, -de modo inconsciente o al menos no en forma visible-, las "ondas" que circulan cargadas de emociones que influyen al alma colectiva.

Se agudiza la sensibilidad, absorbemos de todo como esponjas y estamos mucho más permeables a todo lo que nos circunda:

el buen humor
el mal humor
la pena
la felicidad
el éxtasis
las ganas de huir de lo feo
lo malo
las brujas
y...
rumbear al mundo de
los gnomos
las hadas o
las mariposas.

Allí en donde la realidad nos ponga las cosas de color oscuro, estaremos con un pié en la primera nube que pase para no contactar con lo que duele, siendo la imaginación un gran recurso como para que nos fuguemos de la aspereza y nos metamos en la burbuja de la fantasía.

Es de este modo que Piscis, a través de la Luna, nos podrá crear un ambiente en el que las cosas son lo que imaginamos y no lo que son. Es quizá el mejor momento para decir que cambiando el pensamiento, cambiamos el color de lo que vemos.

Dos días y horas que se prestarán para la nostalgia, la memoria ancestral, el recuerdo de los que nos precedieron, pero también la capacidad de infiltrarnos en la piel no solo de lo que ya fue sino de lo que aún flota en el aire, -o nada en las aguas de las emociones-.

Tratar de estar libre de mala vibra, es una buena forma de lidiar con la hipersensibilidad de esta Luna.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MARTE, PLUTÓN Y NEPTUNO

Antes y desués

Psicoastrologuía: Mercurio retrógrado febrero de 2020