INGRESA LA LUNA A VIRGO

Después del famoso eclipse que vimos casi en todos los puntos del globo y que nos dejó observando anonadados como la naturaleza despliega su poder ante nuestros ojos al convertir al día en noche,  podemos entender de qué trata el pasaje de Leo a Virgo.

La imponente majestuosidad de ese momento, tuvo que servir para tomar consciencia de nuestra pequeñez, frenando la amplulosa manifestación del ego, para devolverlo a la sencilla humildad de quien se sabe una partícula dentro de un sistema mayor. 

La Luna en este Signo tiende a señalar las faltas, los errores e incoherencias que en este caso, se pueden presentar a través de la vida cotidiana, proveyendo una buena dosis de crudo análisis y crítica, suficiente como para bajarnos los humos si no nos adecuamos al rol de "humildes servidires". 


  1. Dos días para notar que cuestiones nos sacan de la creencia de ser el ombligo del mundo.

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