MERCURIO EN FASE PROMETEICA RETRÓGRADA
Mercurio ya se encuentra antes que el Sol y lo precede, inaugurando la fase prometeica retrógrada.
A este Mercurio, - llamado prometeico-, le gusta adelantarse a los hechos tal como gráficamente se encuentra adelantado respecto del Sol, haciéndose difícil muchas veces comprender cabalmente su mensaje y perdiendo en muchos casos, una cantidad de entendimiento del que no todos somos capaces de tener en este momento..
Prometeo robaba sabiduría a los dioses para dársela a los hombres..., y si bien parece una tarea loable, puede ser peligroso tener un gran conocimiento para el que no estamos preparados. En esta etapa suele suceder que no estamos aptos para calcular las consecuencias futuras de una verdad, una información o de una mentira recién descubierta.
Hay un dicho que dice: no hay peor sordo que el que no quiere oir. Pero hay gente que además, no solo no quiere, sino que no puede prestar atención a todo aquello que difiere o cuestiona lo que se creía "cierto"si.
Mercurio retrógrado ya nos trajo a la consciencia detalles de todos los temas que contienen por lo menos vicios, omisión o graves errores, pero por más que sepamos que hemos averiguado algo importante, el Sol, -a cargo de quien está decidir-, aún debe atravesar la gruesa capa de bruma que Neptuno tiende a la consciencia.
No intentes convencer a nadie de que tienes la razón. No intentes esclarecer por ahora absolutamente nada. Tal como en la película "El viejo y el mar", el pez saldrá del agua una vez que se canse de tironear del anzuelo.
Hasta el día 5 de septiembre el dios alado seguirá marcha atrás hasta alcanzar a Leo. Una vez allí, retomará algunos temas con mayor asertividad y si bien el pez estará cansado y podrá verse afuera del agua, habrá que ver si aún con la evidencia en la nariz, somos capaces de introducir cambios en nuestro edificio conceptual. En eso se jugará también nuestro ego (Leo) y ese es el motivo por el cual antes de sentirnos tontos engañados, podríamos llegar a perseverar en errores con tal de no sentirnos abochornados.
Trata de esclarecer internamente aquello que tu corazón sabe que es cierto. No te juzgues. Simplemente aprende que reconocer errores no te hace imperfecto, sino humano.
A este Mercurio, - llamado prometeico-, le gusta adelantarse a los hechos tal como gráficamente se encuentra adelantado respecto del Sol, haciéndose difícil muchas veces comprender cabalmente su mensaje y perdiendo en muchos casos, una cantidad de entendimiento del que no todos somos capaces de tener en este momento..
Prometeo robaba sabiduría a los dioses para dársela a los hombres..., y si bien parece una tarea loable, puede ser peligroso tener un gran conocimiento para el que no estamos preparados. En esta etapa suele suceder que no estamos aptos para calcular las consecuencias futuras de una verdad, una información o de una mentira recién descubierta.
Hay un dicho que dice: no hay peor sordo que el que no quiere oir. Pero hay gente que además, no solo no quiere, sino que no puede prestar atención a todo aquello que difiere o cuestiona lo que se creía "cierto"si.
Mercurio retrógrado ya nos trajo a la consciencia detalles de todos los temas que contienen por lo menos vicios, omisión o graves errores, pero por más que sepamos que hemos averiguado algo importante, el Sol, -a cargo de quien está decidir-, aún debe atravesar la gruesa capa de bruma que Neptuno tiende a la consciencia.
No intentes convencer a nadie de que tienes la razón. No intentes esclarecer por ahora absolutamente nada. Tal como en la película "El viejo y el mar", el pez saldrá del agua una vez que se canse de tironear del anzuelo.
Hasta el día 5 de septiembre el dios alado seguirá marcha atrás hasta alcanzar a Leo. Una vez allí, retomará algunos temas con mayor asertividad y si bien el pez estará cansado y podrá verse afuera del agua, habrá que ver si aún con la evidencia en la nariz, somos capaces de introducir cambios en nuestro edificio conceptual. En eso se jugará también nuestro ego (Leo) y ese es el motivo por el cual antes de sentirnos tontos engañados, podríamos llegar a perseverar en errores con tal de no sentirnos abochornados.
Trata de esclarecer internamente aquello que tu corazón sabe que es cierto. No te juzgues. Simplemente aprende que reconocer errores no te hace imperfecto, sino humano.
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