VENUS PASANDO POR UNA ZONA COMPLEJA
Venus transitando el tramo final del Signo de Cáncer, nos conecta con el balance emocional en la intimidad, la paz hogareña, la protección que se da o recibe desde el amor a la familia y el deseo de compartir con los íntimos momentos de armonía.
Sin embargo, Afrodita se encuentra asediada por Urano, Júpiter y aún por Plutón, generando una serie de interferencias en las relaciones y el entorno, proveniente de personas que parecen algo desquiciadas, celosas o excesivamente exageradas en cuanto a las reacciones "compensatorias" que se dedican cuando el verdadero amor, falta, -el caso más común es el regalo que se da después de una infidelidad para obtener perdón-.
Si mezclamos todas estas energías en la cacerola canceriana, -que de por sí sabe unir los distintos sabores en el puchero de la vida-, podremos notar que el cambio de humor respecto de las personas queridas, puede variar o alterarse al punto de no tener demasiado tiempo para tener en claro que es lo que nos molesta y que no.
Dolores, alegrías, sobresaltos se alternan y tal como lo hace la Luna, podríamos cambiar de escenario afectivo sin que nos demos cuenta de dicho cambio.
En Cáncer, solemos tardar en detectar que es lo que nos está "haciendo ruido". Podemos pasar por alto cosas que en el fondo..., no nos agradan ni nos seducen, pero habrá que esperar un buen tiempo para reconocer que es exactamente lo que nos ha molestado.
Por otra parte, las personas con afinidad y sintonía con el elemento agua, podrían estar captando dichas interferencias y aumentando la suceptibilidad característica del Signo.
Sin embargo, Afrodita se encuentra asediada por Urano, Júpiter y aún por Plutón, generando una serie de interferencias en las relaciones y el entorno, proveniente de personas que parecen algo desquiciadas, celosas o excesivamente exageradas en cuanto a las reacciones "compensatorias" que se dedican cuando el verdadero amor, falta, -el caso más común es el regalo que se da después de una infidelidad para obtener perdón-.
Si mezclamos todas estas energías en la cacerola canceriana, -que de por sí sabe unir los distintos sabores en el puchero de la vida-, podremos notar que el cambio de humor respecto de las personas queridas, puede variar o alterarse al punto de no tener demasiado tiempo para tener en claro que es lo que nos molesta y que no.
Dolores, alegrías, sobresaltos se alternan y tal como lo hace la Luna, podríamos cambiar de escenario afectivo sin que nos demos cuenta de dicho cambio.
En Cáncer, solemos tardar en detectar que es lo que nos está "haciendo ruido". Podemos pasar por alto cosas que en el fondo..., no nos agradan ni nos seducen, pero habrá que esperar un buen tiempo para reconocer que es exactamente lo que nos ha molestado.
Por otra parte, las personas con afinidad y sintonía con el elemento agua, podrían estar captando dichas interferencias y aumentando la suceptibilidad característica del Signo.
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