AHORA, BAJO LA LUNA LLENA CON MERCURIO

Estamos en este momento bajo la Luna Llena que además, se forma no solo con Plutón en contacto, sino con Mercurio en su conjunción llamada "superior".

Se acuerdan de que hace un tiempo atrás estuvo retrogradando?. Bueno, ahora se adelantó, alcanzó al Sol y lo va a pasar, alcanzando ahora la distancia más lejana a la que ambos pueden estar.

 Es que el dios alado es como un ladero que nunca se aleja mucho más allá de donde  Apolo le permite. Es como si el Astro Rey lo tuviera atado con una cuerda de determinada longitud y que una vez que llega a su máxima extensión, rebota y va hacia el extremo más lejano al Sol pero del lado contrario. De este modo, Hermes se la pasa yendo antes y después de la CONSCIENCIA, cosa de captar todas sus facetas: las que se pueden ver fácil y las que no son tan fáciles de ver. 

El Sol tiene una relación especial con Mercurio, ya que siendo este último un chistoso, -algunas veces un bufón, un duende molesto, un psicopompo guía de almas que van al más allá, un mercader, un ladrón, un traductor y esencialmente un mensajero tan cercano-, suele causar la risa apolínea cuando intenta tretas que jamás podrían ocultársele al rey solar.

De hecho, en la mitología, el Sol se entretenía bastante al observar desde las alturas las chanzas mercuriales del inquieto planeta. He visto que cuando estos dos símbolos se unen, las ideas fluyen en cataratas, la mente se flexibiliza y si bien en muchos casos nos aferramos por demás a lo que pensamos, existe una buena posibilidad de que una palabra nos suelte la carcajada o nos de por decir: "Bueno, no es para tanto!".

Ponernos de buen humor es mucho mejor que luchar para ver o demostrar quien tiene razón. Sobre todo, si el otro lo amerita y también muestra su bandera de paz o reconoce su parte en el asunto.

Pues en esta Luna Llena donde la tensión es máxima y la posibilidad de logro también, es factible que la cosa termine en palabras enojosas, en amenazas, en silencios cortantes, pero también, -y según el espíritu de cada uno-, podría tomarse con humor cualquier diferencia.

Descubrir que nos la estamos tomando con un otro por algo que también nos pertenece y es parte de nuestro pasado o de nuestro inconsciente, es liberador! 

Lo peor que puede pasar, es enviar mensajes cortantes, humillantes, silencios lacerantes o venganzas de lengua ponzoñosa. Lo mejor es reir o tomar algo con la sorpresa de quien descubre que de esto que hoy le arranca una sonrisa o una risa, antes se hacía un problema de tamañas dimensiones. Y es ahí cuando la Luna Llena, en lugar de separar, se complementa: somos los dos: tu y yo en iguales partes, los que debemos luchar por la paz (Aries-Libra) o conseguirla entre ambos. 

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