LA LUNA EN TAURO

Si bien la Luna Taurina es una Luna de tranquilidad, lentitud y calma que pisa sobre seguro, también es una habitante de lo conocido y una enemiga de lo que hay por conocer.

De este modo, pasaremos dos días amarrados a los spaghettis de mamá o las recetas conocidas en todo sentido, ya que eso nos recuerda los tiempos en que no hacía falta preocuparse por si había o no en la alacena fideos. El mundo seguro de la abundancia taurina, puede estar lleno de comida, de sopas o de abrazos, pero en el fondo, también está lleno de una seguridad emocional que se construyó en base a lo previsible, sea esto favorable o no tanto.

Son días en los que prima la inercia, la testarudez en mantener posiciones más bien fijas y la negativa a salir del círculo donde nos sentimos seguros: llámese del hogar, la cama, un restaurante o un círculo de amigos. Para esta Luna, lo importante es que no estemos a la deriva y que no nos vengan con sorpresas. Detesta las sorpresas a menos que vengan en paquetes de colores y con un perfume adentro.

Por su conexión a Plutón en Capricornio y a Saturno que la marca desde la entrada al sector taurino, estará muy atenta a la economía, a reciclar cosas viejas, a ganar una nueva apariencia, a la necesidad de belleza y a poder llamar al pan pan, y al vino vino.


Nadie más seguro de lo que siente que esta Luna porque antes de dar algo por sentado, lo rumia hasta haberlo desmenusado lo suficiente. De hecho, gracias a esto, será bien difícil que cambie de opinión, sobre todo si ya le tomó prueba a determinado producto o persona y estos rindieron un examen negativo. Una vez que Tauro probó y comprobó algo, no tendrá la más mínima duda que introducirá recién su hermano Géminis cuando llegue el momento de cambiar. 

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