LA LUNA LLENA EN ARIES: APRENDER QUE NO SOMOS DOS NI QUE SOMOS UNO: SOMOS PARES, PERO ESO NO NOS HACE IGUALES

La Luna Llena en el signo de Aries pondrá en evidencia la máxima polarización entre la consciencia de la moderación por una parte y el impulso de cortarse solo en la acción y movido por una necesidad personal y excluyente del otro.

Podrán aflorar emociones con mucho enojo, ímpetu o decisión, junto con una gran necesidad de actuar lo que se sienta, -incluso si actuar implica dar un portazo, un golpe o un grito-.

Como contrapartida, seremos a su vez conscientes de que con la guerra no solo no llegaremos a ninguna parte, sino que sería sumamente importante hallar la forma de aplicar una gran dosis de equilibrio y mesura.

Por esta tirantez entre nuestro costado pacífico y nuestro ánimo guerrero, será posible atraer a nuestra vida situaciones de enfrentamiento externo si es que no podemos resolver esta pelea en nuestro interior.  No siempre se da tal equivalencia, pero normalmente, si nos analizamos a fondo, el otro representa ese lado que hemos dejado de ocupar por considerarlo nocivo, bajo, feo, malo, incómodo o censurable.

Solemos experimentar estos tiempos como un enfrentamiento con el otro sexo,  aunque es más acertado decir que la conducta de la Luna será observable en caracteres más marcianos y la del Sol en personalidades venusinas.

A esta Lunación se agregará la participación de Plutón, que por supuesto puede traer sus clásicos temas de ni una menos, de crisis, guerras entre bandos, alguna explosión o una bomba en algún lugar que quiebre relaciones internacionales.

Estaremos atentos ya que también la temporada de "a río revuelto, ganancia o pérdida de pescadores", sigue vigente.

La gravedad de esta Tierra está directamente relacionada con el Sol y la Luna, y las placas tectónicas son mucho más proclives a moverse cuando se está llenando la Luna o cuando está llegando a Nueva. Estamos en el plenilunio y podría suceder que se nos mueva alguna placa en el hogar, la pareja, el trabajo o ver amanazada nuestra necesidad de imponernos a los demás porque en el fondo, tenemos miedo o necesitamos un refugio. Cuidado!. El enojo puede encubrir necesidad de afecto.

Es fácil recomendar no resistir los cambios, pero contra nuestra voluntad, existe la posibilidad de tener que aceptar que algo termina o que se viola o atropella. No es fácil el aprendizaje.


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