LUNA, JÚPITER Y LA LUZ DONDE HACE FALTA
Un día con Luna, Júpiter en contacto armonioso en Signos de Agua, significan la natural capacidad para expandirnos y adentrarnos en el mundo de la profundidad del alma.
Sacar afuera aquellas cosas que pueden ser "recicladas" física o psíquicamente, es un buen ejercicio, poder abrir nuestras emociones para ahondarlas en lugar de dejar que se hundan.
Hay emociones que deben convertirse, transformarse y tocar fondo para renacer en una generosa compañía para esos momentos en los que necesitamos sentirnos abrazados y contenidos, incluso si estamos pasando por un momento difícil o si necesitamos fe para adentrarnos en lugares que en otro momento nos pudieron dar miedo.
No es tan exagerado decir que hay personas que temen a la intimidad emocional. Pero con este contacto, esa creencia puede modificarse y se podría llegar a palpar que extrañamos ese sentimiento de ser niños, nos urge el instinto de dar y recibir mimos, de compartir misterios y sentar a la mesa a todos los que podamos para compartir el pan y la leche. Lo tuyo, lo mío, lo nuestro. Júpiter en Escorpio puede compartir su pan y el pan puede ser de oro.
Excelente día para meternos a fondo con aquellas cosas del pasado que pueden estar ahí aún rumiando o rugiendo sin solución. El corazón se abre y es posible entender cual es el mejor camino para sentirnos bien en casa, emocionalmente o con los demás. Un regalo, una caricia, un gesto comprensivo, podemos encontrar unas buenas razones para cambiar actitudes y modos de respuesta automáticos si enfocamos este aspecto con la luz y no lo dejamos pasar, -como suele suceder con la Luna-, como mero estado anímico. Haz algo bueno si te sientes bien. Prueba a dar sin esperar y eso es la mayor libertad que puedes obtener a nivel emocional.
La manifestación material de este aspecto puede ser desde ir desde un embarazo, un nacimiento o una mudanza. Algo que agrande la familia, la casa o el cariño.
Sacar afuera aquellas cosas que pueden ser "recicladas" física o psíquicamente, es un buen ejercicio, poder abrir nuestras emociones para ahondarlas en lugar de dejar que se hundan.
Hay emociones que deben convertirse, transformarse y tocar fondo para renacer en una generosa compañía para esos momentos en los que necesitamos sentirnos abrazados y contenidos, incluso si estamos pasando por un momento difícil o si necesitamos fe para adentrarnos en lugares que en otro momento nos pudieron dar miedo.
No es tan exagerado decir que hay personas que temen a la intimidad emocional. Pero con este contacto, esa creencia puede modificarse y se podría llegar a palpar que extrañamos ese sentimiento de ser niños, nos urge el instinto de dar y recibir mimos, de compartir misterios y sentar a la mesa a todos los que podamos para compartir el pan y la leche. Lo tuyo, lo mío, lo nuestro. Júpiter en Escorpio puede compartir su pan y el pan puede ser de oro.
Excelente día para meternos a fondo con aquellas cosas del pasado que pueden estar ahí aún rumiando o rugiendo sin solución. El corazón se abre y es posible entender cual es el mejor camino para sentirnos bien en casa, emocionalmente o con los demás. Un regalo, una caricia, un gesto comprensivo, podemos encontrar unas buenas razones para cambiar actitudes y modos de respuesta automáticos si enfocamos este aspecto con la luz y no lo dejamos pasar, -como suele suceder con la Luna-, como mero estado anímico. Haz algo bueno si te sientes bien. Prueba a dar sin esperar y eso es la mayor libertad que puedes obtener a nivel emocional.
La manifestación material de este aspecto puede ser desde ir desde un embarazo, un nacimiento o una mudanza. Algo que agrande la familia, la casa o el cariño.
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